Este domingo Bolivia podría reelegir a Morales para su segundo mandato consecutivo, con más de un 50 por ciento de adhesión popular. Su más cercano competidor, Manfred Reyes Villa, cuenta con el 20 por ciento de las preferencias, está con arraigo nacional y se le embargaron sus bienes por malos manejos de dinero gubernamental.

Este domingo se realizan las primeras elecciones presidenciales en Bolivia, luego de la aprobación, este año, de una nueva Constitución que reincorporó la figura de la reelección inmediata después de 45 años.

Ocho candidatos se disputarán los más de cinco millones de votos bolivianos para acceder a la Presidencia del país altiplánico, entre ellos, el actual mandatario Evo Morales, quien de acuerdo a todas las encuestas podría convertirse en el primer gobernante en la historia democrática del país en ser reelecto para un período inmediato, con más de un 50 por ciento de los votos.

También postula por el sillón presidencial el ex militar y ex gobernador de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, por la fórmula Plan Progreso para Bolivia – Convergencia Nacional (PPB – CN), quien es el candidato de la oposición mejor evaluado con al menos un 20 por ciento de intenciones de voto en sondeos preelectorales.

Sin embargo, actualmente Reyes Villa se encuentra con arraigo nacional y se le embargaron la mitad de sus bienes debido al daño económico ocasionado al gobierno departamental, por más de 70 millones de bolivianos, en la ejecución del Proyecto de Mejoramiento del camino Vinto – Sacayamba.

El dictamen le impidió viajar al encuentro de los bolivianos radicados en el exterior, como era su deseo, ya que se ha informado que Reyes Villa tendría la intención de abandonar Bolivia para poner en resguardo sus bienes.

De hecho, este viernes, el ministro de gobierno Alfredo Rada denunció que el ex gobernador planearía fugarse del país hacia Miami, el 7 de diciembre; información que Reyes Villa desestimó, afirmando que será el próximo Presidente de Bolivia y acusando de persecución al gobierno de Morales.

Otro de los candidatos en competencia, con un 10 por ciento de apoyo, es el empresario cementero Samuel Doria Medina por Unidad Nacional (UN), además de otros cinco candidatos que sumarían cerca del 5 por ciento de las intenciones,  y un 7 por ciento de indecisos que completarían el panorama electoral.

El actual Presidente de Bolivia cerró su campaña el jueves pasado en un multitudinario y festivo encuentro, donde cantó y bailó en búsqueda de una reelección que casi nadie pone en duda.

La mayoría de  los sondeos pronostican una fácil reelección de Morales, quien saca provecho del buen desempeño de la  economía local y recoge los frutos de sus nacionalizaciones  en los sectores petrolero, minero y de telecomunicaciones,  así como de populares bonos para escolares, ancianos y madres  de familia.

Además de la elección de Presidente, este domingo los bolivianos también eligen Vicepresidente y 166 miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que reemplazará al actual Congreso. También se votará sobre los procesos autonómicos de  cinco departamentales, uno regional y doce indígenas.

Para garantizar la seguridad pública el día de las votaciones, la policía anunció que movilizará a 37 mil efectivos, a pesar que no se han presentado incidentes graves más que choques esporádicos entre opositores.

Para evitar un posible fraude, la Corte Electoral empadronó nuevamente a los electores de manera digital y además se contará con el apoyo de más de doscientos observadores de la Unión Europea, la Organización de los Estados Americanos  (OEA) y el Centro Carter.

A diferencia de lo que ocurre en Chile, cerca de 200 mil ciudadanos bolivianos radicados en España, Estados Unidos y Argentina, mayores de 18 e inscritos en el padrón biométrico de sus ciudades, podrán participar de las elecciones desde el exterior, de acuerdo a la disposición de la nueva Carta Fundamental.