Comienza a agotarse “la última oportunidad” para el planeta en Copenhague

La cumbre contra el cambio climático está llegando a su fin y los países aún no logran un acuerdo que comprometa la reducción de gases de efecto invernadero.


La cumbre contra el cambio climático está llegando a su fin y los países aún no logran un acuerdo que comprometa la reducción de gases de efecto invernadero.

La cumbre contra el cambio climático está llegando a su fin y los países aún no logran un acuerdo que comprometa la reducción de gases de efecto invernadero.

La cumbre de Copenhague sobre el cambio  climático entró hoy la  recta final, con la llegada del  Presidente  de Estados Unidos Barack Obama, y la discusión entre jefes de Estado de una declaración que permita impulsar un acuerdo mundial de lucha contra el cambio climático.

Obama dijo que “había llegado para actuar” y en su discurso llamó a las demás naciones a lograr un acuerdo honesto. “Estas medidas deben asegurar que el acuerdo sea creíble y que todos llevemos a cabo nuestras obligaciones, sin esa transparencia cualquier acuerdo estará vacío de contenido, no concibo un acuerdo en el que todos y cada uno de nosotros no intercambiemos información en forma clara y transparente, no tendría sentido, sería una victoria vacía”, señaló.

Pero estas declaraciones no dejaron muy satisfechos a ciertos sectores porque no cumplieron con las expectativas que había sobre el actuar del mandatario estadounidense.

Por su parte, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aclaró que no firmará un mal acuerdo que sólo tenga como objetivo desconocer el fracaso de las negociaciones.

“Tenemos la determinación de participar en los mecanismos de financiación si somos capaces de llegar a un acuerdo y si de esta conferencia sale una proposición final. En lo que no estamos de acuerdo es en firmar cualquier documento, sólo por firmar, sólo por decir que nos hemos adherido a ese documento”.

En este escenario, el Presidente venezolano, Hugo Chávez, tampoco guardó silencio y  declaró que Estados Unidos "sigue oliendo a azufre", como en la época de George W. Bush.

En las últimas horas de esta crucial cumbre, las autoridades de los países sostienen una serie de reuniones tendientes a concretar alguna resolución que permita renovar el Protocolo de Kioto.

Anoche, treinta jefes de Estado y de Gobierno se dieron cita para elaborar una declaración política, que tiene el objetivo de lograr un consenso para someterlo a la aprobación del conjunto de gobernantes que participan en la conferencia del clima.

En lista se encontrarían los siguientes puntos: fijar objetivos de reducción de las emisiones de gas con efecto de invernadero a los países industrializados hasta 2020, extender estos objetivos al resto del mundo hacia 2050 y limitar el recalentamiento a 2 grados por encima de los niveles pre- industriales.

Estados Unidos y China son los dos países que generan la mayor producción mundial de gases de efecto invernaderos, que provoca el cambio climático. Y aunque ellos son los causantes de esta elevada contaminación, las consecuencias las pagan todos los habitantes del planeta, por lo que la presión en esta cumbre ha estado puesta en lograr que estos dos gigantes reduzcan efectivamente sus niveles. Tema que generó una reunión bilateral entre Barack Obama, y el primer ministro chino, Wen Jiabao, quienes además conversaron acerca de los mecanismos de verificación, otro de los puntos en conflicto en esta cumbre.

Ciudadanos verdes

Pero no sólo mandatarios y altos representantes gubernamentales participan en esta conferencia, considerada por muchos como la última oportunidad para salvar el planeta. También lo hacen una serie de organizaciones civiles vinculadas al medio ambiente.

Para las ONG’s, sin embargo, la experiencia en esta cumbre dista mucho de diplomacia que se establece entre los países.

El chileno Eduardo Giesen, coordinador para América Latina y el Caribe del Programa de Justicia Climática y Energía de la Federación Amigos de la Tierra Internacional, está en Copenhague. En un contacto telefónico con el programa Semáforo de nuestra emisora, aseguró que “el proceso ha estado viciado por una falta de transparencia increíble, tanto en la operación de la conferencia como en su desarrollo. A las organizaciones ciudadanas se nos ha vetado” 

Además, Giesen recalcó que “el proceso ha sido muy malo, en términos de contenidos, es decir, no se está alcanzando un acuerdo legal, vinculante, que comprometa las reducciones necesarias por parte de todos los países, particularmente de los países industrializados, no se compromete tampoco el financiamiento necesario para cometer esta enorme tarea en los países en vías de desarrollo”.

El ecologista aseguró que con la búsqueda de un acuerdo político no se salda la necesidad de medidas vinculantes que comprometan las reducciones.
En carpeta, anunció, se encuentra la posibilidad de una próxima reunión el 2010, a realizarse en México. Quizás una nueva oportunidad para el planeta o una instancia en que la que sólo nos quede lamentarnos por no haber actuado antes.





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