El dictador Augusto Pinochet engañó a Juan Pablo II durante su visita a Chile en 1987 al aparecer junto al Papa ante los chilenos, algo que el Pontífice había pedido evitar a toda costa, aseguró el cardenal Roberto Tucci.
El organizador de los viajes papales, en entrevista con L’Osservatore Romano, el diario vaticano. Tucci cuenta que durante los preparativos de la visita del Papa a Chile, y por expresa petición suya, se acordó que nunca podría dejarse ver junto a Pinochet.
"Wojtyla era muy crítico del dictador chileno y no quería aparecer junto a él por ningún motivo", dice Tucci. Pese a ello, luego de una reunión privada entre el Papa y Pinochet, éste llevó al Pontífice por otra salida.
“Según me contó después, furioso, el Papa, cuando pasaban delante de una gran cortina negra que estaba cerrada, Pinochet lo detuvo para mostrarle algo. En ese instante la cortina se abrió de golpe y el Pontífice se encontró ante un balcón abierto, que daba a la plaza llena de gente", afirmó Tucci.
Según el relato del cardenal Tucci, Juan Pablo II no pudo hacer más que salir a saludar al lado de Pinochet, a quien, minutos después, “cuando se despidió de él, fulminó con la mirada" por tan innoble acción.