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Delincuencia post terremoto:

¿Vandalismo o necesidad?

El terremoto que azotó  Chile no sólo dejó muertos y zonas totalmente destruidas, con el paso de las horas a la destrucción natural sobrevino el descalabro social, a través del  vandalismo y delincuencia que se ha registrado en varias zonas del país. Según expertos, se trata de comportamientos propios de catástrofes que deberían ir aminorándose con la llegada de ayuda del gobierno.

Ninoska Leiva

  Martes 2 de marzo 2010 20:06 hrs. 
Radio-Uchile

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El terremoto que azotó  Chile no sólo dejó muertos y zonas totalmente destruidas, con el paso de las horas a la destrucción natural sobrevino el descalabro social, a través del  vandalismo y delincuencia que se ha registrado en varias zonas del país. Según expertos, se trata de comportamientos propios de catástrofes que deberían ir aminorándose con la llegada de ayuda del gobierno.

El terremoto del pasado 27 de febrero no sólo dejo devastadas las regiones del Maule y Bío Bío, sino también provocó el desabastecimiento de la población que en las zonas más afectadas ruega por alimentos y servicios básicos.

Ante las necesidades de algunos y el aprovechamiento de otros comenzaron los  saqueos, primero en el comercio, donde verdaderos delincuentes arrancaron con lo que pudieron en supermercados y grandes tiendas,  y luego  continuaron con los asaltos en casas que estuvieran en una situación vulnerable, con o sin moradores.

Esta realidad no sólo se ha visto estos días en la Séptima y Octava Región, sino que ya se está extendiendo a otras zonas del país, como la región Metropolitana a comunas como Quilicura, Independencia e incluso Santiago.

En Quilicura los vecinos denuncian que ya fueron asaltados todos los supermercados del sector y dicen temer que sus casas también sean atacadas. Así lo afirmó, Jorge Baeza, quien está a cargo de la vigilancia nocturna de manzana en la población San Luis.

"Nos quedamos haciendo vigilancia nocturna con grupos en las esquinas que encienden fogatas. Anoche levantamos barricadas en calle Marcoleta para impedir el acceso de los delincuentes. Estamos armados con palos, fierros, pitos y de cualquier forma. Así salimos a la calles para que se vea gente que está preocupada de vigilar la villa", indicó el vecino.

Baeza indica además que los saqueos son protagonizados por personas de todas las edades y que se realizan a toda hora.

"La situación es muy preocupante porque la seguridad ha sido mínima y Carabineros sólo ha realizado algunas rondas, también se han visto algunos vehículos de la PDI, helicópteros, pero en general la sensación es de mucha inseguridad. Por ejemplo los dueños de los negocios les retiraron los letreros para que los saqueadores no los identifiquen como tales y les roben la poca mercadería que les queda. Yo he visto que estaban saqueando con chuzos, palos, piedras", relató Jorge Baeza.

Los afectados exigen más seguridad de parte de Carabineros que, según pudimos constatar, no alcanza para tales actos de vandalismo en una comuna que se caracteriza por tener grandes fábricas y empresas en sus dominios y que no presenta la mejor iluminaria de la región.

Sin embargo cabe la pregunta de por qué se producen este tipo de actos por parte de la población: ¿Será vandalismo o necesidad?

Según la Directora del programa de Seguridad y Ciudadanía de la Facultad latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Lucía Dammert, estas reacciones son propias de un estado de catástrofe y lo que se debe demostrar es coordinación entre el gobierno central y los regionales, acción que hasta ahora no ha sido completamente efectiva.

“Estamos verdaderamente sobre el estado de catástrofe, lo que uno puede decir  que lo que se ha aprendido de otras catástrofes similares a estas es que tiene que haber una fortaleza en la coordinación entre los gobiernos centrales y los locales, cosa que acá no se ha visto y, por otro lado, una necesidad de resolver la gestión pública en términos de la entrega de ayuda en la llegada del Estado en los lugares de mayor conflicto de forma más rápida de lo que se ha visto hoy”.

La solución para la socióloga de FLACSO, cuando comience a llegar la ayuda del Estado a las zonas más afectadas, la delincuencia y el vandalismo deberían disminuir, persistiendo pequeños focos en grupos para los que habrá que trabajar identificando sus necesidades.

“Una vez que llegue la ayuda del Estado vamos a empezar a ver que se debería  bajar el nivel de conflicto, si queda conflicto va a ser un conflicto más bien centrado en bandas delincuenciales, en gente que está buscando cometer  desordenes y utilizar la violencia. Para eso existe la policía, en algunos sectores con la vinculación de los militares, pero también se debe revisar cuáles son los elementos que conllevan estas actitudes  y bajo este punto de vista se va requerir de una inversión social profunda para poder paliar todos esos factores que pueden derivar  en mayores niveles de violencia y desorden público en el futuro”.

Cualquier desastre natural conlleva una serie de efectos físicos y psicológicos en las personas que se enfrentan a estos fenómenos. En zonas afectadas por desastres naturales como el huracán Katrina o en Nueva Orleans, se comprobó que una vez que se vuelve a la calma y comienza la reconstrucción se comenzarán a mostrar todos los efectos psicológicos de los sobrevivientes que van más allá del efecto inicial, tomando en cuenta que muchas personas vieron como en cosa de minutos perdían todo lo que habían logrado construir, incluyendo a sus seres queridos.

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