Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 19 de abril de 2024


Escritorio

Hugo Guzmán

Bomberos


Sábado 6 de marzo 2010 12:26 hrs.


Compartir en

El trabajo de los bomberos chilenos está concentrado en las regiones del Biobío, Maule, Libertado Bernardo O’Higgins, Valparaíso y Metropolitana después de ocurrido el desastre natural del 27 de febrero. La prioridad es búsqueda y rescate de víctimas. Son un par de miles de tragahumos movilizados. Un sitio específico es el edificio derrumbado en Concepción, donde se ha concentrado un grupo de Fuerza de Tarea compuesto por ciento cincuenta bomberos de los Cuerpos de Bomberos de Santiago, Ñuñoa, Viña del Mar, Puerto Montt y Linares, entre otros. Las unidades de agua, escalas, rescates, haz-mat, han sido despachas a cientos de alarmas de derrumbes, personas encerradas en ascensores, incendios de distinta intensidad, fugas de gas, derrames de productos químicos, colisión de vehículos, búsqueda de víctimas y prevención en casas y edificios dañados.

Otra ocasión dramática en que la ciudadanía instala en su retina a estos hombres y mujeres que visten el traje de emergencia, se apoderan de la tecnología y ponen a prueba sus conocimientos para atender al socorro de la gente. No en vano en los sondeos los bomberos ocupan el primer lugar en la percepción positiva de la población sobre esta institución que ya sobrepasa el siglo y medio de trabajo.

Responder a las consecuencias del terremoto que asoló Chile se funda en la premisa de que los bomberos chilenos siendo voluntarios, tienen la categoría de “profesionales de la emergencia”, sin percibir renta. También al hecho de que el Estado, a través de entidades nacionales, regionales y municipales hace un aporte financiero para adquirir materiales necesarios. Y al esfuerzo tesonero de la propia institución bomberil para generarse recursos.

Para hacer lo que están haciendo, los bomberos no son presa de la improvisación ni de la incapacidad. Todos poseen cursos básicos y cursos de especialización. Particularmente los de Fuerza de Tarea –que fueron a Haití y ahora están en Concepción- pasan por una instrucción práctica y teórica compleja, larga, constante y esforzada. Los bomberos tienen preparación, por ejemplo, en rescate en espacios confinados y estructuras colapsadas, penetración forzada, búsqueda y rescate, algo imprescindible a la hora de atender emergencias derivadas de un sismo.

El terremoto se produjo a las 03.34 horas el sábado 27 de febrero. A los pocos minutos, un par de miles de bomberos y bomberas de inmediato pusieron oído en sus transceptores para salir hacia la emergencia. Otros y otras estaban en la Guardia Nocturna y en la mayoría de los casos, sin saber qué pasaba en sus hogares, salieron en los carros a atender las alarmas. Los que salieron de sus hogares chequearon el estado de sus inmuebles, la situación de sus seres queridos y en un gesto de solidaridad y desprendimiento, se desplazaron hacia sus cuarteles o sitios de alarma. Prácticamente todos y todas iniciaban una jornada que duraría, 12, 24, 48 horas, inicialmente.

Lo más trágico. En el cuartel de la Primera Compañía de Constitución caía el techo producto del terremoto y mataba al Capitán, don Carlos Seibt Villegas, convirtiéndolo en Mártir de la institución bomberil.

Sacrificios y dedicación que, ojalá, encuentre al menos el aprecio de niños, mujeres, hombres, ancianos, hacia los tragahumos que allí están, a la mano, tendiendo la mano.