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Año XVI, 27 de julio de 2024


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Muerte de Shaeffer saca a la luz impunidad de sus colaboradores

Seis personas acompañaron los restos de Paul Schaeffer hasta el cementerio donde fue enterrado en Santiago, luego que los colonos de Villa Baviera se negaran a dejarlo en el sitio que fundó a principios de la década de los ’60. Es que Colonia Dignidad hoy quiere emprender y borrar aquella historia que la liga al fallecido pederasta nazi.

Paula Correa

  Domingo 25 de abril 2010 21:52 hrs. 
Radio-Uchile

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El alemán y sub oficial nazi Paul Schaefer Schneider, fundador de Colonia Dignidad, en el sur de nuestro país, murió este sábado 24 de abril en prisión producto de una insuficiencia cardíaca global.

Schaefer fue detenido en Argentina el 2005 tras permanecer prófugo durante varios años. El mismo año de su detención, los miembros de la comunidad pidieron disculpas públicas por los abusos cometidos y alegaron haber sido manipulados por Schaefer.

Actualmente permanecía confinado en una cárcel de alta seguridad tras recibir condena por delitos de homicidio, torturas y abusos a menores de edad; crímenes que fueron perpetrados en la finca donde operaba el enclave de inmigrantes alemanes “Colonia Dignidad”.

Esta comunidad secreta ubicada en la región del Maule, mantenía sus propias reglas de convivencia alejadas del mundo exterior: hombres y mujeres vivían separados y se cometieron reiterados abusos sexuales, además de ser usada como cárcel clandestina y centro de tortura durante la dictadura militar.

El abogado de las víctimas de Paul Schäffer, Hernán Fernández, destacó que el que el pederasta no muriera impune fue gracias a “la valentía de las víctimas que lo denunciaron y resistieron todos los obstáculos”; algo que confirma, según Fernández, que “ningún criminal tiene asegurada la impunidad”.

La muerte de Sheaefer también recibió comentarios por parte de Nelson Caucoto, abogado de derechos humanos, quien ha conducido unas 200 querellas por violación a los derechos humanos en dictadura. Entre ellas Operación Albania, caso degollados, casos Víctor Jara y periodista José Carrasco.

Caucoto caracteriza a Sheaefer como “el arquitecto de una siniestra organización que operó en nuestro país, que cumplió una función auxiliar, pero muy funcional a los designios de la dictadura”. Por tanto, con su muerte “se cierra un capítulo negro en nuestra historia”, declaró.

Caucoto señaló que este martes notificarían a Sheaefer de una nueva sentencia a 7 años de cárcel por la muerte de un ex militante de izquierda, pero después de su deceso, sólo se puede dictar el sobreseimiento definitivo de aquella causa.
Pero además, el abogado indicó que este fallecimiento implica el cierre de toda causa respecto a su persona, pero siguen en pie las otras sentencias que involucran a otros.

Con esto coincidió Claudio Salinas, uno de los autores del libro “Los amigos del Doctor Schäfer”. Salinas se refirió a todos aquellos pendientes que deja su muerte y a la, según su parecer, errónea idea de que “muere este sujeto y se cree que la Colonia ha saldado todas sus deudas”. Algo que quitaría relevancia a los “casi 50 años de Colonia en Chile”, y todas las facilidades que le otorgaron los diferentes gobiernos, los que “posibilitaron la existencia de la Colonia y aseguraron su accionar”.

Salinas añadió que no se ha hecho justicia con las víctimas; no se ha descubierto el hilo conductor del dinero de colonia dignidad, ni como Paul Shëafer se fugó. Para él la justicia va a llegar cuando se castigue a todos los jerarcas que permitieron que este tipo de delitos se pudieran cometer y comprender todas las aristas del caso.

El entierro se realizó el domingo pasadas las dos de la tarde en el cementerio Parque del Recuerdo, donde sólo fue acompañado por su hija adoptiva Rebeca, quien también estuvo a su lado cuando lo detuvo la Policía Federal Argentina en la localidad bonaerense de Tortuguitas.

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