Para mañana la Dirección Meteorológica de Chile pronosticó lluvias en la zona centro sur del país y las familias más afectadas por la catástrofe se preparan con lo poco que tienen.
En Chillán, sin embargo, se vive una situación insólita: el municipio pidió mil mediaguas, recibieron 660 y de ellas la gran mayoría llegó sin techo. La explicación de la Intendencia del Bío Bío fue que no hay zinc para los techados.
El alcalde de la ciudad afectada, Sergio Zarzar, indicó que es una situación que se debería a solucionar en los próximos días, por lo que prefirió asegurar el envío de las bases y paredes de las viviendas de emergencia, aunque las lluvias no esperarán hasta que se construyan la mayor parte de las mediaguas.
“Esperamos recibir ahora el zinc para seguir instalando, estamos avanzando preocupados, porque yo voy a estar ‘contento’ entregándole un techo a la gente, pero voy a darme por satisfecho cuando empiece la reconstrucción”, afirmó Zarzar.
El alcalde de Chillán agregó que el municipio ha tenido que paliar problemas similares con la compra de rollos de nylon.
Para el concejal de la comuna, Cristián Quiroz las explicaciones desde la Intendencia son insuficientes y las “medidas de parche” del alcalde también. Incluso asegura que ante la falta de zinc en las grandes cadenas de ferreterías para techar las viviendas de emergencia, en la comuna tampoco se ha podido hacer uso de la posibilidad de comprar en ferreterías locales, que sí cuentan con los materiales.
“Aquí hay una falta de sensibilidad y de rigurosidad por parte de la intendencia regional. Más allá de los nylons, que es transitorio, a la brevedad esto debe subsanado. Hay pequeñas ferreterías de barrio, otras cadenas que no pertenecen a estas tres tiendas definidas por el gobierno que sí cuentan con stock. Por eso, espero que exista un criterio no centralista, sino una visión regional, descentralizada, que permita hacer con mayor integralidad este proceso de reconstrucción”, indicó Quiroz.
En tanto, en La Moneda, la ministra vocera de gobierno, Ena Von Baer, prefirió verle el lado “positivo” del tema y medir el éxito de las medidas de emergencia de otoño-invierno a través de cifras.
“En muy poco tiempo hemos construido casi la misma cantidad de viviendas de emergencia que en Chile se construyeron en diez años. Respecto al zinc hay una alternativa que permite impermeabilizar los techos que se está trabajando a nivel de Mideplan(Ministerio de Planificación)”, aseguró Von Baer.
La ministra afirmó que se estima que ya se construyeron 30 mil de las 40 mil mediaguas prometidas, pese a que la situación de Chillán ya había ocurrido en otras ciudades y localidades, y aún son miles las familias que deberán soportar las próximas lluvias a la intemperie o cubiertas con plástico.
Para mañana la Dirección Meteorológica de Chile pronosticó lluvias en la zona centro sur del país y las familias más afectadas por la catástrofe se preparan con lo poco que tienen.
En Chillán, sin embargo, se vive una situación insólita: el municipio pidió mil mediaguas, recibieron 660 y de ellas la gran mayoría llegó sin techo. La explicación de la Intendencia del Bío Bío fue que no hay zinc para los techados.
El alcalde de la ciudad afectada, Sergio Zarzar, indicó que es una situación que se debería a solucionar en los próximos días, por lo que prefirió asegurar el envío de las bases y paredes de las viviendas de emergencia, aunque las lluvias no esperarán hasta que se construyan la mayor parte de las mediaguas.
“Esperamos recibir ahora el zinc para seguir instalando, estamos avanzando preocupados, porque yo voy a estar ‘contento’ entregándole un techo a la gente, pero voy a darme por satisfecho cuando empiece la reconstrucción”, afirmó Zarzar.
El alcalde de Chillán agregó que el municipio ha tenido que paliar problemas similares con la compra de rollos de nylon.
Para el concejal de la comuna, Cristián Quiroz las explicaciones desde la Intendencia son insuficientes y las “medidas de parche” del alcalde también. Incluso asegura que ante la falta de zinc en las grandes cadenas de ferreterías para techar las viviendas de emergencia, en la comuna tampoco se ha podido hacer uso de la posibilidad de comprar en ferreterías locales, que sí cuentan con los materiales.
“Aquí hay una falta de sensibilidad y de rigurosidad por parte de la intendencia regional. Más allá de los nylons, que es transitorio, a la brevedad esto debe subsanado. Hay pequeñas ferreterías de barrio, otras cadenas que no pertenecen a estas tres tiendas definidas por el gobierno que sí cuentan con stock. Por eso, espero que exista un criterio no centralista, sino una visión regional, descentralizada, que permita hacer con mayor integralidad este proceso de reconstrucción”, indicó Quiroz.
En tanto, en La Moneda, la ministra vocera de gobierno, Ena Von Baer, prefirió verle el lado “positivo” del tema y medir el éxito de las medidas de emergencia de otoño-invierno a través de cifras.
“En muy poco tiempo hemos construido casi la misma cantidad de viviendas de emergencia que en Chile se construyeron en diez años. Respecto al zinc hay una alternativa que permite impermeabilizar los techos que se está trabajando a nivel de Mideplan(Ministerio de Planificación)”, aseguró Von Baer.
La ministra afirmó que se estima que ya se construyeron 30 mil de las 40 mil mediaguas prometidas, pese a que la situación de Chillán ya había ocurrido en otras ciudades y localidades, y aún son miles las familias que deberán soportar las próximas lluvias a la intemperie o cubiertas con plástico.
Para mañana la Dirección Meteorológica de Chile pronosticó lluvias en la zona centro sur del país y las familias más afectadas por la catástrofe se preparan con lo poco que tienen.
En Chillán, sin embargo, se vive una situación insólita: el municipio pidió mil mediaguas, recibieron 660 y de ellas la gran mayoría llegó sin techo. La explicación de la Intendencia del Bío Bío fue que no hay zinc para los techados.
El alcalde de la ciudad afectada, Sergio Zarzar, indicó que es una situación que se debería a solucionar en los próximos días, por lo que prefirió asegurar el envío de las bases y paredes de las viviendas de emergencia, aunque las lluvias no esperarán hasta que se construyan la mayor parte de las mediaguas.
“Esperamos recibir ahora el zinc para seguir instalando, estamos avanzando preocupados, porque yo voy a estar ‘contento’ entregándole un techo a la gente, pero voy a darme por satisfecho cuando empiece la reconstrucción”, afirmó Zarzar.
El alcalde de Chillán agregó que el municipio ha tenido que paliar problemas similares con la compra de rollos de nylon.
Para el concejal de la comuna, Cristián Quiroz las explicaciones desde la Intendencia son insuficientes y las “medidas de parche” del alcalde también. Incluso asegura que ante la falta de zinc en las grandes cadenas de ferreterías para techar las viviendas de emergencia, en la comuna tampoco se ha podido hacer uso de la posibilidad de comprar en ferreterías locales, que sí cuentan con los materiales.
“Aquí hay una falta de sensibilidad y de rigurosidad por parte de la intendencia regional. Más allá de los nylons, que es transitorio, a la brevedad esto debe subsanado. Hay pequeñas ferreterías de barrio, otras cadenas que no pertenecen a estas tres tiendas definidas por el gobierno que sí cuentan con stock. Por eso, espero que exista un criterio no centralista, sino una visión regional, descentralizada, que permita hacer con mayor integralidad este proceso de reconstrucción”, indicó Quiroz.
En tanto, en La Moneda, la ministra vocera de gobierno, Ena Von Baer, prefirió verle el lado “positivo” del tema y medir el éxito de las medidas de emergencia de otoño-invierno a través de cifras.
“En muy poco tiempo hemos construido casi la misma cantidad de viviendas de emergencia que en Chile se construyeron en diez años. Respecto al zinc hay una alternativa que permite impermeabilizar los techos que se está trabajando a nivel de Mideplan(Ministerio de Planificación)”, aseguró Von Baer.
La ministra afirmó que se estima que ya se construyeron 30 mil de las 40 mil mediaguas prometidas, pese a que la situación de Chillán ya había ocurrido en otras ciudades y localidades, y aún son miles las familias que deberán soportar las próximas lluvias a la intemperie o cubiertas con plástico.
