La petrolera BP se dispone a realizar una prueba que promete ser clave para detener definitivamente el crudo que se escapa de la plataforma Deepwater Horizon y que ha provocado el mayor desastre ecológico de la historia en el Golfo de México.
Después de un intenso día de deliberaciones en las que estuvieron implicados varios altos cargos del gabinete de Barack Obama, el gobierno de Estados Unidos dio luz verde a BP para que realice el test planeado, cuyo objetivo es comprobar si el pozo submarino puede soportar la presión generada por el completo sellado de la fuga.
“En este momento emitiremos una orden a BP para que proceda con la prueba para verificar la integridad del pozo”, dijo el almirante Thad Allen, supervisor del gobierno estadounidense para las tareas de contención de la fuga. “Este ensayo se realizará por un máximo de 48 horas, momento en el que evaluaremos dónde estamos y los pasos a seguir”, agregó.
Prevista para el martes, la prueba fue demorada para garantizar la seguridad, ya que el nuevo mecanismo será capaz de contener el derrame pero si el pozo no aguanta puede aumentar la fuga gravemente.