Estado de emergencia por incendios forestales en Rusia

Tras la propagación de los incendios las autoridades rusas decretaron este lunes el estado de emergencia en torno al centro de tratamiento de residuos nucleares de Maiak, en los Urales. Sofocados por el humo, los residentes de la capital rusa dan un duro combate a los peores incendios forestales registrados en el país en décadas. Las temperaturas rozan desde hace varios días los 40 grados. Los militares fueron desplegados para contener la emergencia

Tras la propagación de los incendios las autoridades rusas decretaron este lunes el estado de emergencia en torno al centro de tratamiento de residuos nucleares de Maiak, en los Urales. Sofocados por el humo, los residentes de la capital rusa dan un duro combate a los peores incendios forestales registrados en el país en décadas. Las temperaturas rozan desde hace varios días los 40 grados. Los militares fueron desplegados para contener la emergencia

La concentración de partículas tóxicas ha sido superior a cinco veces los niveles de alerta, según el observatorio local de la calidad del aire, y la capa de humo ha sido tan densa que no se veían las cúpulas doradas de las iglesias y los techos del Kremlin. Prácticamente no hay nadie que no camine por las calles de la ciudad sin portar un barbijo.

El humo -fácilmente visible en las imágenes espaciales de la NASA- consiguió colarse en hogares y oficinas de la capital rusa, e incluso dentro del metro de Moscú, uno de los sistemas de transporte construidos a mayor profundidad en el mundo. En las carreteras, los conductores se veían obligados a utilizar las luces delanteras de sus coches en pleno día, para ver a través del humo.

El ministerio ruso de Situaciones de Emergencia advirtió que los incendios forestales causantes del humo continuaban a extenderse en la parte oriental del país, al tiempo que los meteorólogos señalaban que se trata de la peor ola de calor vivida por Rusia en décadas durará varios días más.

Los incendios han generado preocupación por la seguridad de la central nuclear más importante del país, en la ciudad de Sarov, ubicada en una de las zonas más golpeadas por los incendios y a la que fueron enviados miles de socorristas.

El fuego no da señales de querer aplacarse y ya consumió un área de unas 193.500 hectáreas en todo el país. En las últimas 24 horas 290 nuevos incendios fueron registrados, y 244 de ellos pudieron ser controlados. Para eso, las autoridades rusas hicieron un llamado a voluntarios este viernes para combatirlos antes de que, literalmente, sigan asfixiando al país.

Según una portavoz del registro civil de la capital rusa, Evguenia Smirnova, el número de fallecimientos en Moscú en el mes de julio aumentó casi un 50 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, con casi cinco mil muertes suplementarias imputables a la ola de calor.

El balance oficial de las pérdidas humanas pasó el viernes de 50 a 52 muertos, anunció el ministerio de Salud. El verano de 2010 debería superar todos los récords de calor en Moscú desde la apertura de los registros de temperatura hace 130 años. Se alcanzó un máximo histórico de 38,2 grados Celsius en la capital.





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