El atentado se produjo ante las puertas de un centro de reclutamiento del ejército iraquí. Se trata del atentado más grave organizado en Irak en los últimos meses, según lo indicó un responsable del Ministerio de Defensa. El pasado 18 de julio otro grave atentado se produjo en Radwaniya, 25 kilómetros al sur de Bagdad, cuando un kamikaze se hizo estallar matando a 45 personas.

Este nuevo atentado de los grupos terroristas islámicos se produce en pleno Ramadán, el mes sagrado de ayuno para el mundo musulmán y dos semanas después del fin oficial de la misión de combate del ejército norteamericano en Irak.

La organización del atentado suicida es muy similar al del atentado de Radwaniya. Un kamikaze con una enorme carga de explosivos escondidos debajo de su chaqueta se introdujo a las siete y media de la mañana, hora local, en el centro de reclutamiento, un momento de gran afluencia, en esos locales situados en el centro de la capital, frente al antiguo edificio del Ministerio de Defensa.

“No comprendo como pudo entrar en el recinto, pues hay un control electrónico en la entrada y las medidas de seguridad son respetadas” declaró un recluta que salió ileso del atentado. Según el mismo testigo, el atentado provocó una situación de pánico, los soldados dispararon al aire, mientras que numerosos cuerpos ensangrentados yacían en el suelo.