El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, extendió hasta el próximo viernes el estado de excepción a pedido de la Asamblea Nacional, cuya seguridad ha sido asumida por un fuerte contingente militar, compuesto por un tanque, dos tanquetas y decenas de soldados.
Mediante un decreto ejecutivo, Correa decidió este martes “renovar el estado de excepción en todo el territorio nacional, en razón de que algunos integrantes de la Policía Nacional en la sede de la Asamblea Nacional produjeron actos bochornosos (…) con el fin de impedir el normal desenvolvimiento de las actividades en esa función del Estado”.