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El empleo no llega a puerto

El 10,1 por ciento de cesantía de la región de Valparaíso se ha convertido en una cifra caprichosa que se empina en los primeros lugares de desempleo a nivel nacional y parece negarse a disminuir. El debate acerca de esta problemática aborda aspectos como generación de empleo, programas públicos y el perfil para el desarrollo de la ciudad.

Ricardo Salazar

  Lunes 18 de octubre 2010 19:40 hrs. 
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Las cifras nacionales de desempleo llegan a un 8,3 por ciento y aunque el Gobierno anunció que cumplió la meta de 200 mil empleos anuales, las noticias no son tan optimistas como se pintan.

La ciudad de Valparaíso pasa por un difícil momento económico hace varios años, las cifras de cesantía y pobreza en la zona no son favorables para las más de 300 mil personas que habitan en el puerto. Actualmente hay unos 27 mil cesantes, quienes han visto cómo la ciudad puerto ha decaído en su desarrollo.

“Es más difícil hoy día”

Los cesantes antiguamente trataban de generar su propio empleo a través de oficios, pero en la actualidad ese método de subsistencia no es tan eficaz.

“Antes, en las plazas, a los viejos los pasaban a buscar, para maestros y cosas así, hoy hay más cesantía, las cosas son más difíciles y pienso que los jóvenes deben ser más responsables y asumir que deben trabajar”, señala Carlos Lemus, dirigente lanchero.

Esto igualmente se hace sentir en el Muelle Prat de Valparaíso, donde el turismo ha bajado y, con ello, se ven afectados, lancheros taxistas y comerciantes de artesanía.

Actualmente hay dos mil personas que participan de los Programas de Generación de Empleo (PGE), cupos que no produce la economía y son proporcionados por el Gobierno, pero que ya se ha anunciado su reducción.

El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, señala que están tratando de evitar que ocurra aquello, “estamos haciendo una presentación, para que los programas se mantengan durante todo el 2011 y después trabajar para incorporar a estas personas en diferentes programas y darles solución”.

Y el problema no es menor, ya que además hay cinco mil personas inscritas en la Oficina Municipal de Información Laboral a la espera de conseguir trabajo.

Desarrollo y patrimonio

A siete 7 años de la nominación de Valparaíso como Patrimonio Mundial de la Humanidad no se percibe un desarrollo integral. Paula Quintana, ex ministra de Mideplan, dice que no toda la población se ha visto beneficiada con el proceso, “esto es importante para la vida cotidiana de los porteños y porteñas, el desarrollo es algo que se construye en conjunto con la ciudad, no sólo con las autoridades”.

Los programas  de inversión, ya sea en turismo, patrimonio y otros rubros, se relacionan con trabajos urbanos y se piensan como una forma de mejoramiento de la ciudad, pero no generan plena identificación con la comunidad.

De esta manera, proyectos como Puerto Barón de Mall Plaza, que involucra una inversión de 100 millones de dólares en el borde costero y considera la generación de 2500 cupos de trabajo, pone en riesgo la situación del pequeño y mediano comercio.
Por eso, Carlos Lemus señala que debe existir un gesto de parte de los empresarios para que los efectos de la inversión, “las inversiones deberían ser transparentes, en las platas, en la gente que se contrate y el origen, para que sean de Valparaíso, no de Santiago, ni del interior”.

¿Y el puerto?

Uno de los temas de mayor preocupación es el estado de la industria portuaria, en el cual se supone que estuvo cimentado el desarrollo de Valparaíso, pero que con el tiempo se han ido perdiendo una serie de trabajos asociados a la actividad, a pesar del aumento del tránsito de cargas por los terminales.

Tanto los portuarios como los pescadores se verían perjudicados por el proceso de modernización que quiere aplicar la estatal Empresa Portuaria de Valparaíso a los terminales de carga marítima.

Los portuarios verían, con las futuras licitaciones, una reducción de sus cupos laborales. Juan Díaz, presidente del Sindicato número 2 del espigón de Valparaíso adelanta que se opondrán férreamente a esta idea pues, es “el espigón es lo que se licita y nosotros somos los que nos quedamos sin nuestra fuente laboral, tema netamente puerto”.

Mientras tanto, EPV tiene contemplada la construcción de nuevos sitios, para buques de mayor calada, por eso la empresa estatal quiere correr la caleta de pescadores Sudamericana, que funciona al interior de los recintos.

“Nosotros no queremos soltar nuestra casa, hay que llegar a un acuerdo, porque acá trabajamos”, afirma Sergio Hurtado, presidente del sindicato independiente de pescadores Caleta Sudamericana.

Mientras tanto, la Confederación de Trabajadores Portuarios de Chile (Cotraporchi) asegura que hay un acuerdo no cumplido de parte del Gobierno con su organización sobre compensaciones por la modernización portuaria. “El compromiso es de becas para 650 personas. El Gobierno tiene que cumplir”, asegura Sergio Baeza, presidente del organismo, quien agrega que se trata de un tema aún en desarrollo con el que esperan llegar a un buen desenlace.

La demanda por un empleo es creciente en la ciudad puerto y todo indica que irá en aumento, a pesar de las cifras macroeconómicas que destacan las autoridades cada trimestre. El hermoso entorno geográfico y cultural que se describe ante la vista desde la tradicional bahía, esconde en sus rincones el drama de muchos que no logran llevar el sustento a sus casas.

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