En América Latina la enfermedad está concentrada en dos millones de personas en toda la región. La población de entre 15 y 49 años, reporta un 0, 6%, lo que equivaldría a una persona por cada mil infectados.
El avance en los tratamientos de lucha contra el virus ha evitado el aumento de nuevas infecciones y han remitido de forma considerable la mortalidad de los infectados, prolongando su media de vida.
Sin embargo, el 2010 muestra que aún estamos a medio camino en la lucha contra el SIDA. “Estas ganancias se tienen que ver con sumo cuidado, porque no deben ser la razón para bajar la guardia,” señaló el director de ONUSIDA Panamá, el Doctor César Antonio Núñez .”Debemos alegrarnos, pero al mismo tiempo redoblar nuestros esfuerzos sobre la prevención,” estimó Núñez.
Pese a este progreso, la organización Médicos sin Fronteras señaló que aún quedan 10 millones de personas en el mundo en espera de tratamientos médicos que palien la enfermedad, sobre todo en países en desarrollo, donde la lucha contra el SIDA está siendo “torpedeada” por razones económicas y comerciales.
En América Latina el acceso a los antirretrovirales es de un 50%. Este tratamiento médico que ha favorecido los datos positivos del 2010 posiciona a la región en un buen estado de atención a los infectados a nivel mundial. México y Brasil han llegado a un 80% de acceso a los antirretrovirales, pero aún queda un segmento de población sin tratamiento.
La concentración de la enfermedad en América Latina establece de un 10% a un 15% de infectados en los denominados grupos de riesgo, es decir los hombres homosexuales y trabajadoras del sexo. Pero en algunas ocasiones esta concentración provoca que el SIDA sea una estigmatización para sólo unos sectores de la población, como si fuesen los únicos en riesgo de contagio, cuando se trata de un virus que afecta de igual manera a todos los seres humanos.
“Evidentemente, todavía no hemos logrado todo el éxito de detener el flujo de infecciones,” reconoció el Doctor Núñez de ONUSIDA, quien apuntó un incremento de infección en los jóvenes, de manera importante en las mujeres, por lo que instó a que los mensajes de prevención deberían ir focalizados hacia los jóvenes para que lo tomen en cuenta a la hora de mantener relaciones sexuales.
El uso del preservativo es el método más eficaz como barrera de la transmisión sexual del SIDA. Las últimas declaraciones del Papa Benedicto XVI contemplaron el preservativo como medida para evitar la propagación del SIDA. Un virus que, desde que apareciera en los ochenta, ha causado la muerte a 30 millones de personas, castigando sobre todo al continente africano.
Con esta publicación, ONUSIDA invita a las comunidades y Gobiernos a debatir debatan y versar sobre los recursos con los que cuentan para frenar el virus. Desde la organización se señala que, pese a que no existe una varita mágica para detener la infección, una herramienta útil son los programas de prevención en centros educativos y laborales.