Cerca de 100 personas llegaron a los pies del Cerro Huelén o Santa Lucía a conmemorar los dos años de la muerte del comunero mapuche Jaime Mendoza Collío, quien habría sufrido un disparo por la espalda del cabo de Carabineros Patricio Jara Muñoz durante la ocupación de tierras consideradas como territorio ancestral por las comunidades.

Con un guillatún y una velatón recordaron la muerte del dirigente, que falleció en las mismas tierras en que años antes murió el joven de 17 años Alex Lemún, también abatido por fuego policial. Sin embargo, hasta el día de hoy aún no existe por parte de la justicia chilena una condena para el responsable.

Olga Traipe, representante de la Auto-convocatoria Mapuche, organización que realizó el evento, consideró que “no hay justicia, ni siquiera se investigan los casos. No se da el mismo énfasis en la persona que asesina a un mapuche y en la persona que asesina a cualquier otra persona. Siempre se persigue más a alguien que tenga que ver con la comunidad chilena, pero en el caso del pueblo mapuche, no hay justicia”.

“Es cosa de ver cómo la justicia chilena ha actuado con los hermanos que ya han sido condenados y los que están por empezar sus procesos. Simplemente al ver lo que pasó con los hermanos asesinados y los que ya están presos tenemos la idea de que la justicia chilena en ningún momento cumple alguna garantía con nosotros”, agregó Traipe.

La dirigenta se refirió también al exceso de violencia que hoy se vive en las comunidades de Temuicuicui, tanto en la Autónoma como en la Tradicional, que sufren un constante hostigamiento por parte de los policías, los cuales -según señaló- están empeñados en defender los terrenos del agricultor René Urban.

Al evento asistieron también las familias de Matías Catrileo y Julio Huentecura, ambos comuneros asesinados también por policías en el contexto de reivindicaciones territoriales. Los familiares compartieron su testimonio e hicieron un llamado al Gobierno chileno a detener el fuego y otorgar una real justicia a estas causas.