Al menos seis palestinos murieron el jueves 18 de agosto por la tarde en un bombardeo de la ciudad de Rafah, en la franja de Gaza, según informaron a la AFP fuentes médicas. El bombardeo se produjo horas después de un tripe ataque contra territorio israelí que dejó al menos siete israelíes muertos y otros tantos milicianos abatidos.

El corresponsal de RFI en Jerusalén, Daniel Blumenthal, apuntó que el vehículo en el que se desplazaban los atacantes iba por el lado egipcio de la frontera, cerca de la localidad de Eilat, cuando abrieron fuego contra un autobús de línea. El diario Haaretz informa de que en el autocar iban soldados que respondieron con tiros a los atacantes. Los militares volvían a sus casas desde su base para pasar el fin de semana.

Los milicianos atacaron además un vehículo privado y lanzaron cohetes antitanques contra una patrula militar que los perseguía. Finalmente los asaltantes fueron alcanzados por los militares y en el tiroteo que siguió hubo varios muertos. Por el momento el número de fallecidos es de al menos siete israelíes y otros tantos milicianos, aunque estas cifras podrían cambiar.

Israel promete una respuesta

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, aseguró en un comunicado que replicará “con energía y determinación”, tras los ataques. “La fuente de los actos terroristas es Gaza y actuaremos contra ellos con toda nuestra energía y determinación”, dijo el ministro. Para el primer ministro, Benjamin Netanyahu, los ataques constituyen un “atentado contra la soberanía del Estado” de Israel, que replicará “en consecuencia”, indicó.

Por su parte, el gobierno de Hamás en la banda de Gaza negó toda responsabilidad en los ataques. “El gobierno palestino niega todas las acusaciones hechas por Barak sobre la operación y afirma que no hay ninguna relación entre la banda de Gaza y lo que ocurrió en Eilat”, seguró el portavoz de Hamás, Taher al-Nunu, a la agencia AFP.