Una vez de que se aprobara la idea de legislar sobre aborto terapéutico, continúa la discusión en el mundo parlamentario, ya que existen tres iniciativas de ley donde se barajan distintas opciones: el resguardo de la vida de la madre ante una enfermedad, el caso de fetos con malformaciones, sean o no compatibles con la vida, y la posibilidad de aborto frente a casos de violación.
En este sentido, la diputada RN Karla Rubilar se ha mostrado firme a favor del aborto terapéutico para proteger a la madre y en caso existir de malformaciones inviables. Sin embargo, indicó que no se trata sólo de decir no al aborto, sino de brindar ayuda a quienes se enfrentan a los otros escenarios, asegurándose de que la píldora del día después esté en consultorios, y protegiendo a los que nacen.
“Considero que las malformaciones graves que son compatibles con la vida, que no pueden acceder a un aborto, deben tener una respuesta del Estado. No puede ser que estos niños no tengan apoyo ni ayuda, cuidemos sus vidas en el embarazo y luego que nacen nadie contribuye. Por ello le pedimos al ministro un plan de protección de la vida”, sostuvo.
Esta suerte de plan garantizado se haría cargo de las prestaciones de salud que sean necesarias y el financiamiento de las ayudas técnicas, también establecería la obligación de que las isapres reciban a estos niños y no los puedan excluir por preexistencias, que se extienda la licencia por hijo menor de un año a dos años en estos casos y que estas familias cuenten con pensión de gracia.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich acogió la propuesta y accedió a incluir este paquete de protección en la discusión del proyecto de ley de enfermedades raras y drogas huérfanas.
No obstante, sigue abierto el debate en el Congreso y no existe claridad sobre cómo se votará, según indicó el diputado socialista Juan Luis Castro, quien apuntó que “no todo el mundo entiende lo mismo por aborto terapéutico, en lo particular, pienso que es justificable cuando la madre corre peligro de vida, tal como infección ovular, hipertensión o ausencia de masa encefálica en el feto, lo que inevitablemente tendría un destino fatal”.
Estas diferencias de postura no sólo pasan por distintas formas de ver el mundo, sino incluso por el mismo lenguaje que se emplea, lo que ha generado confusión incluso entre los mismos legisladores.
Sobre esto se refirió el senador DC Mariano Ruiz Esquide, quien declaró que “una frase donde se juntan dos palabras contradictorias, aborto y terapia, es contradictorio. Sin embargo, se produce una frase que a la gente le significa como que alguien con la vía del aborto puede salvar a la madre, entonces es una definición que no deja de ser confusa”.
El senador indicó que hay que distinguir el aborto inducido de un tratamiento a la madre donde como consecuencia no deseada se pierde el feto, lo que NO es aborto. Si lo sería cuando, por razones de daño se resuelve que el hijo no puede vivir, conceptos que, señaló, es imprescindible aclarar, para poder entrar al tema científico y valórico que permita zanjar la postura que tendrá nuestro país en uno de los principales debates en materia de salud.