El alza de los combustibles registrada ayer, que finalmente fluctuó en torno a los 20 pesos por litro, provocó fuertes conflictos al interior de la Coalición por el Cambio. Dimes y diretes entre parlamentarios de la UDI y Renovación Nacional marcaron la discusión paralela al presupuesto 2012.
Los diputados RN Nicolás Monckeberg, Joaquín Godoy y Pedro Pablo Browne acusaron al ministro de Economía, Pablo Longueira, de llevar adelante una “agenda propia”, y a sus socios del gremialismo de promover una propuesta “populista” para eliminar el impuesto específico a los combustibles.
Por su parte, el presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma, insistió en que el tributo a las bencinas “debería bajar sustancialmente o ser compensado”, y dejó en claro que con Carlos Larraín “hemos discutido mil veces la forma de enfrentar el futuro”, y que “hemos sido cuidadosos en nuestras formas”.
El conflicto se pudo agudizar la mañana de ayer, pero a última hora intervino el ministro vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, y se suspendió la entrega de una carta dirigida al Presidente Sebastián Piñera, firmada por los diputados Gustavo Hasbún, Andrea Molina, Nicolás Monckeberg y Gonzalo Arenas con la que solicitarían la eliminación del impuesto a los combustibles.
Toda esta polémica se originó luego que el ministro Longueira se pronunciara favorablemente sobre la eliminación del impuesto específico al combustible, a lo que el titular de Hacienda, Felipe Larraín, respondió que “más allá de las opiniones personales, aquí existe una sola posición que es la posición del Gobierno. Es la que ha planteado el ministro Chadwick, es la que he planteado yo.
No está en revisión el impuesto específico a los combustibles”, dijo el ministro de Hacienda. Aunque el gobierno manifestó la posibilidad de revisar el cuestionado Sistema de Protección de Precios de los Combustibles, Sipco, la UDI ya adelantó que insistirán en la iniciativa.