Luego de más de cinco meses de movilizaciones estudiantiles, las principales federaciones universitarias enfrentan nuevos procesos de elecciones.
En la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), la actual directiva cumplirá su mandato el próximo 8 de noviembre y aún no hay certeza si Camila Vallejo postulará a una reelección. Como todavía no se define la fecha de elecciones, el pleno de la federación decidió que cada facultad presentara su posición sobre el momento más adecuado para realizar los comicios.
En ese contexto, la coordinadora de la FECH, Paz Carmona, explicó que “se está manejando que a mediados de noviembre se hagan las elecciones, para que la semana siguiente, la tercera de noviembre, sea el cambio de mando. Serían solo dos semanas más de alargue”.
La representante de la FECH precisó, no obstante, que la fecha “tiene que verse en función de la flexibilidad, dado que si en ese momento nos encontramos sin clases o con exámenes, no se puede levantar una campaña de federación realmente informativa. No podríamos hacer foros ni pasadas por sala, lo cual implicaría que se obstruiría en gran medida el proceso eleccionario. Estamos atentos a ver qué sucede en ese sentido para tomar esa definición con mayor certeza”.
Mientras, la directiva que encabeza Camilo Ballesteros en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (FEUSACH) cumplió su mandato hace tres meses. En medio de las movilizaciones, las elecciones se postergaron, pero este jueves el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) se reunirá para fijar una fecha.
Aunque este jueves la universidad amaneció tomada por los estudiantes, el vicepresidente de la Feusach, Felipe Salgado, señaló que el programa se mantiene: “Desde el jueves, no pasaría más de un mes para que se lleve el proceso, eso es lo estimado, aunque el Tricel tiene las atribuciones y puede cambiar las fechas, pero ese es el pronóstico”, dijo. Camilo Ballesteros, por su parte, aún no define si repostulará al cargo.
En tanto, la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) inició esta semana la inscripción de las listas que competirán por suceder a Giorgio Jackson, quien por estatutos no puede optar a un segundo período.
Desde la próxima semana y hasta el 25 de octubre se harán las campañas y realizarán debates, para finalizar el proceso el próximo 26 y 27 de octubre con las elecciones. De ser necesario, habrá segunda vuelta el 8 y 9 de noviembre.
En este escenario, el secretario general de la FEUC, Sebastián Vielmas, aseguró que en el movimiento Nueva Acción Universitaria (NAU), “siempre hemos pensado que es importante que haya recambio en los protagonistas de la directiva. No es un proyecto individual, es un proyecto colectivo, lo importante es que el proyecto siga siendo el mismo y que cambien las personas que lo llevan a cabo, que entren nuevos aires”.
En ese sentido, el dirigente indicó que “lo necesario para que el movimiento estudiantil siga activo es que hayan nuevos aires y se siga con el sentido que le hemos dado a la federación, pero con rostros nuevos”.
En la misma línea, el cientista político y académico del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, Sergio Micco, recalcó la importancia de que las federaciones efectúen procesos legítimos y participativos, ya que esta vez la sociedad pondrá más atención en ellos.
Asimismo, dijo esto es necesario para que las conversaciones con el Gobierno y el Parlamento no se vean afectadas: “Las personas pasan pero las instituciones quedan. Las demandas de la FEUC, de la FECH y la FEUSACH por un sistema de educación distinto son propuestas de una institución, no de determinados líderes. Si no se supera eso y no se despersonalizan las demandas, entonces esto no era un movimiento estudiantil que se institucionaliza en propuestas, sino que demandas de determinados líderes de carne y hueso. Si eso se hace bien, es obvio que el Ejecutivo y el Legislativo van a entrar en procesos de negociación con los nuevos líderes”, indicó.
Sergio Micco enfatizó además que esta es una oportunidad para que los líderes estudiantiles demuestren que son líderes “que saben retirarse a tiempo y dejan buenos sucesores, gente que continúe su obra. Es una decisión personalísima, pero es clave”.
“Por lo demás, es algo que le reclaman a la clase política, porque hablan con mucha razón en contra de una clase política que no es capaz de renovarse, no es capaz de presentar nuevos rostros. Bueno, ahora hay un desafío para el movimiento estudiantil en esa línea”, concluyó.