Economía: un Halloween Perfecto

  • 03-11-2011

De los diversos escenarios previstos por los economistas, noviembre partió con señales que apuntan hacia una verdadera “Noche de Brujas”. En efecto, no obstante el acuerdo político europeo de la semana pasada que implica recapitalizar sus bancos más expuestos, el aumento del Fondo de Recate a un millón de millones de euros, la condonación del 50% de la deuda griega y la entrega de una nueva cuota de fondos para el país heleno, las bolsas europeas cayeron esta semana entre 4,5% y hasta casi 8%, arrastrando a Wall Street, cuyo Dow Jones perdió 2,5% en un día -de 12 puntos ganados en octubre- e impulsó a Washington a citar a una nueva cumbre con Europa el 28 de noviembre próximo, pues diversos analistas consideran el paquete insuficiente para enfrentar el actual estado de la región.

El lunes, las bolsas europeas ya se habían derrumbado cerca de 3%. Pero tras la noticia del plebiscito a que convocó Grecia para validar los acuerdos del rescate, la incertidumbre se apoderó de los agentes y aumentó la irritación franco-alemana –que amenazó con no condonar la deuda helena- y de la Unión, pues estiman que el paquete de 100 mil millones de euros permite que el país vuelva a crecer. El premier socialista griego, Yorgos Papandreu, anunció la convocatoria justificándola como la necesidad de conseguir respaldo a las duras reformas fiscales que debe afrontar para cumplir las exigencias de sus socios comunitarios, al tiempo que, curiosamente, se informaba del relevo total de la cúpula de sus FF.AA. El premier informaba hoy de su decisión a los líderes mundiales del G-20, en la cumbre de Cannes. Pero el referéndum no se llevará a cabo antes de enero del próximo año y, en tal caso, el FMI y países de la zona euro no le entregarán el próximo tramo del crédito de 5 mil millones de euros previsto para diciembre, acción que ya fue advertida por la Unión. Como se sabe, la condición es que Grecia garantice que devolverá su deuda a mediano plazo y sólo si la amortiza, puede asegurar dicho pago.

Por eso, la agencia de calificación Fitch adelantó que un resultado negativo en el plebiscito aumentaría el riesgo de impago y de salida de Grecia del euro, con todas sus implicaciones para la estabilidad financiera y viabilidad de la eurozona, pues afectaría especialmente a bancos alemanes y franceses expuestos a esa deuda, golpeando el corazón de Europa. Por consiguiente, Fitch llamó a los Gobiernos a poner pronto un cortafuegos creíble para prevenir el contagio de toda el área, avanzando en la concreción del apalancamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para recuperar la confianza de los inversionistas. También instó a que el Central Europeo se prepare para intervenir el mercado secundario con el fin de moderar el impacto en países solventes, aunque faltos de liquidez, como España e  Italia.

Pero si Grecia es un problema, Italia lo es más. Los empresarios y banqueros italianos emplazaron al premier Berlusconi a “detener la hemorragia” fiscal y evitar que “la desconfianza de los mercados nos superen”, llamándolo a materializar las medidas de ahorro de gasto estatal que el Central Europeo le exigió en agosto pasado. Según los empresarios, “el tiempo se ha acabado y la actual situación es insostenible, pues no se puede continuar con el alza de las primas de riesgo y violenta caída del valor de las acciones”. Enfrentada a similares condiciones fiscales que Grecia, aunque sin su enorme débito, Italia ha visto elevado el costo de su deuda a 6,2 %. Grecia supera el 24 %. El italiano Mario Draghi, cuyo mandato como presidente del Central Europeo partió el “día de los muertos”, lo inició comprando deuda soberana italiana, según operadores. Por eso Alemania ve con escepticismo que Draghi pueda defender la independencia del BCE y evite su politización. El Central europeo introdujo en mayo del año pasado un programa de compra de deuda soberana y lo reactivó en agosto para ayudar a Italia y España. Draghi tiene pendiente la decisión de bajar los tipos de interés en la zona, actualmente en 1,5 %. Pero es improbable que el consejo del BCE decida reducir la tasa en su reunión de hoy y se prevé que el recorte lo hará en diciembre, aunque el peligro de contagio a la banca franco-alemana, puede cambiarlo todo.

Las bolsas asiáticas, en tanto, cayeron ayer entre 1 y 2 por ciento, mientras Wall Street enfrenta sus propios sobresaltos con la reciente quiebra de MF Global. Las autoridades de EEUU investigan a la firma, dirigida por el ex gobernador de Nueva Jersey, Jon Corzine, que protagonizó la octava mayor quiebra del país, a inicios de noviembre, por la desaparición de unos 700 millones de dólares de sus clientes, según The New York Times. Las autoridades reguladoras tratan de determinar si la entidad desvió fondos de sus clientes para financiar sus propios negocios, con lo que supuestamente habría tratado de evitar su colapso financiero.

Junto a estos problemas domésticos y a la sombra de la crisis europea, la FED inició esta semana su discusión mensual sobre política monetaria y estímulos a la debilitada economía estadounidense. Pero lo hace dividida entre sus tres miembros conservadores que opinan que los billones de dólares volcados por la Reserva al sistema podrían convertirse en inflación y sus dos integrantes liberales que dicen, en cambio, que la FED debe hacer más, pues el ritmo de la actividad sigue siendo bajo y el índice de desempleo alto. Como se ve, un noviembre de Halloween, que para Chile ya significa nuevas alzas del dólar, de los combustibles, bajas del cobre, acciones y fondos de pensiones. Para Radioanálisis, primera edición, Roberto Meza.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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