“Esta campaña no sirve para nada” fue el duro diagnóstico del presidente de la comisión de Salud del Senado, el socialista Fulvio Rossi, sobre la iniciativa que lleva de consigna “yo me hice el examen del Sida” y que busca duplicar la cantidad de pruebas y, con ello, ubicar a siete mil nuevos portadores de esta enfermedad.

En la campaña se establece la obligatoriedad del examen a mujeres embarazadas. No obstante, el senador advirtió que no es el principal grupo de riesgo y que además, ya existe un 85 por ciento de cobertura del diagnóstico en mujeres embarazadas, por lo que es una mirada “efectista” concentrarse en aumentar aún más estas cifras.

Además, afirmó que según datos de Onusida se puede sostener que la campaña, en la que se piensa gastar cerca de un millón de dólares, es completamente ineficiente.

“Es un enfoque totalmente errado, quiénes son los principales pacientes. Son hombres adultos jóvenes, son hombres que tienen relaciones con hombres. Esos son el 90 por ciento de los casos. ¿Dónde debe estar colocado el foco de la campaña? En la prevención del Sida, facilitando el acceso al condón. El uso oportuno y correcto del condón, especialmente en las poblaciones de riesgo que corresponden a hombres jóvenes, adolescentes en la iniciación sexual. Ese es el foco, ahí están los casos, ahí está el problema”, enfatizó el senador socialista.

Fulvio Rossi criticó también la forma en la que se ha realizado la campaña, ya que la ley de SIDA establecía la participación de las ONGs que trabajan en este tema, sin embargo, ésta ha sido nula.
Con esto coincidió Marcos Becerra, miembro de Accióngay y Asosida, quien sostuvo que no se escucharon las recomendaciones de la mesa técnica y ciudadana que fue convocada por las autoridades, y como resultado está fundada en incoherencias, como poner el centro en el sida pediátrico, una de las pocas políticas públicas en Chile que ha sido exitosa e incluso exportada a otros países.

Además, criticó la “tendencia policiaca” de facultar al médico para hacer pesquisas de las parejas en caso de localizar a un paciente con VIH positivo, lo que viola la ley a través faltar a derechos como a la confidencialidad y la voluntariedad. “Esto es una campaña de redes asistenciales para tomar exámenes, todavía estamos esperando la campaña de prevención”, afirmó Becerra.

Para el dirigente, esta pésima orientación sólo se explica en la toma de decisiones políticas por parte de las autoridades de gobierno.

“Hay problemas graves de cómo se construyo esta campaña. En el fondo lo que no quería el ministro era pelearse con la UDI en cuanto iba a oponerse a que se relevará el hecho del condón. Más que una negociación técnica fue una negociación política. El ministro nos dijo a Vivo Positivo y a Acción Gay que quería campañas durante todo el año, pero no está cumpliendo. No es enfrentar el desafío que el Estado le obliga por ley asumir, que es la prevención”, explicó  el dirigente.

Marcos Becerra afirmó que el año pasado bajó un 17 por ciento el uso de condones en la primera relación sexual, “de eso queremos hablar con el ministro, porque el Gobierno no se hace cargo de estas cifras”.

Y añadió que “aquí nuevamente se están depredando los recursos de los y  las chilenas, cuando el Estado les dice tómese el examen, pero no se prevenga”. Mientras, esta prueba está generando el efecto inverso, convirtiéndose en una especie de pasaporte para seguir teniendo sexo inseguro.