A pesar de los años transcurridos, avanzó el proceso por los homicidios de los ciudadanos estadounidenses Charles Horman y Frank Teruggi, ejecutados por militares aquí en Chile semanas después de ocurrido el golpe de Estado de 1973.
El ministro en visita Jorge Zepeda dictó el procesamiento, por esos casos, del ex oficial de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), brigadier en retiro, Pedro Espinoza, y del ex Capitán de Navío de Estados Unidos, Ray David.
La investigación confirmó que Charles Horman fue detenido el 17 de septiembre de 1983 y los militares golpistas lo acusaron de actividades subversivas en la empresa estatal Chile Films, donde trabajaba como guionista.
A Frank Teruggi lo arrestaron tres días después en la comuna de Ñuñoa y lo condujeron al Estadio Nacional donde fue torturado e interrogado. Allí lo habrían ejecutado el 22 de septiembre y luego su cuerpo fue lanzado a la calle, donde lo encontraron para trasladarlo al Instituto Médico Legal.
El ministro en visita, Jorge Zepeda, indicó que este caso es “muy sensible porque se trató de dos personas americanas” y que desde las primeras indagaciones “se sospechó que podía haber alguna participación de ciudadanos de su misma nacionalidad”.
En efecto, hoy está procesado Ray David, que en 1973 tenía el cargo de Comandante del Grupo de la Misión Militar de Estados Unidos en Chile. Por ello, el juez Zepeda ya solicitó a la Corte Suprema que haga los trámites para la extradición del ex militar estadounidense y pueda ser juzgado aquí por el homicidio de sus dos compatriotas.
El caso de Charles Horman alcanzó notoriedad internacional porque su caso sirvió para la realización de la película “Missing” que filmó el conocido director Costa Gavras y donde se mostró el efecto humano y represivo del golpe de Estado y la desprotección de la embajada estadounidense sobre sus propios ciudadanos. La película ganó un Oscar por mejor guión adaptado.
El caso impacta aun más cuando la investigación ratifica el antecedente de que Horman fue detenido por militares de su propio país, quienes lo entregaron a los uniformados chilenos porque se trataría de un subversivo y extremista.
La resolución de Jorge Zepeda indica que la acción en contra de la vida de Horman se insertó “dentro de la investigación secreta norteamericana” en territorio chileno para detectar supuestas actividades subversivas de ciudadanos de Estados Unidos.
De acuerdo al documento judicial, “la muerte de Horman, por tratarse de un detenido extranjero, se dispone por el Departamento Segundo del Estado Mayor de la Defensa Nacional, dependiente del general Augusto Lutz Urzúa, y se ejecuta por el Batallón de Inteligencia Militar o Cuartel de Inteligencia del Ejército”.
Hay que decir que el general Lutz murió en extrañas circunstancias y algunos informes de prensa indican que pudo ser envenenado en una operación de la CIA o de la DINA.
Se sabe hoy que el Capitán de Navío Ray David no hizo nada por evitar el asesinato de sus compatriotas Charles Horman y Frank Teruggi. Por el contrario, los dos estadounidenses eran espiados por militares de su país aquí en Chile y fueron colocados en una lista de subversivos.
Pedro Espinoza, uno de los jefes de la DINA y ahora procesado por el crimen de los dos estadounidense, está preso en Punta Peuco y fue ligado en causas judiciales a la Caravana de la Muerte y el asesinato del ex canciller Orlando Letelier.