Cuando se cumplen 30 años de la guerra entre el Reino Unido y la Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, la tensión no ceja. Las declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, en la Cámara de los Comunes indicando que apoya el “derecho a la autodeterminación” de los habitantes del archipiélago (3.000 pobladores) y que la posición argentina es “mucho más colonialista” porque no respeta esa decisión dio lugar el miércoles a una dura reacción del Gobierno argentino.
“Es lamentable, porque como mínimo es una falacia histórica lo que ha dicho sobre el colonialismo. Todo el mundo sabe lo que ha significado Gran Bretaña respecto del colonialismo durante siglos”, sostuvo Amado Boudou, vicepresidente a cargo del poder Ejecutivo (Cristina Kirchner se recupera de una intervención quirúrgica).
Los dichos de Cameron son “un exabrupto torpe, ignorante, porque ignoran la realidad histórica, y nos deja impresionados tanta ignorancia”, agregó.
Por su parte, el canciller argentino Héctor Timerman opinó que “evidentemente en un momento donde sólo quedan resabios de colonialismo, Gran Bretaña dentro de la decadencia imperial decide reescribir la historia”.
“En lugar de convocar a su Consejo Nacional de Seguridad, Gran Bretaña debería llamar a Ban Ki-moon (secretario general de la ONU) y responder que acepta las múltiples resoluciones de ese organismo instando al diálogo por la cuestión Malvinas para alcanzar una solución pacífica”, añadió desde El Salvador, en el marco de una gira centroamericana.
Sin embargo, el mayor respaldo a la posición argentina llegó desde Brasilia, de boca del canciller brasileño Antonio Patriota, quien recibía en ese momento a su par británico, William Hague.
“Hague sabe que Brasil, la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), diría que hasta la comunidad latinoamericana y del Caribe (…) apoya la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, y apoyamos las resoluciones de las Naciones Unidas que instan al gobierno argentino y británico a dialogar sobre ese tema”, aseguró Patriota.
Interrogado acerca de la decisión del Mercosur de prohibir la entrada a los puertos del bloque a embarcaciones que lleven la bandera de las Islas Malvinas, Patriota respondió: “Las decisiones del Mercosur y de la Unasur son conocidas y ni siquiera es necesario ratificarlas”.
En el mismo sentido, el canciller uruguayo, Luis Almagro, confirmó la decisión del Mercosur y la justificó como un acto de “solidaridad”, señalando que la medida se encuentra “sustentada en mucha firmeza jurídica”.
Desde 1833 Reino Unido ocupa las Islas Malvinas (a las que denomina Falklands), ubicadas a 14.000 kilómetros de su territorio. En 1982 se produjo un conflicto bélico de 74 días entre los dos países, en la que murieron 649 argentinos y 255 británicos y que terminó con la rendición de la nación sudamericana, entonces gobernada por la dictadura del Leopoldo Galtieri.