Un nuevo factor de tensión se instaló en la relación entre Argentina y el Reino Unido y la disputa por las Islas Malvinas.

El ministerio de Defensa inglés reportó que salió hacia las Malvinas en buque de guerra HMS Dauntless, tipo 45, un poderoso destructor con alta capacidad de fuego.

Oficialmente la Armada Real informó que ese barco reemplazará a la fragata HMS Montrose que se encuentra en la zona, y sería parte de movimientos en el Atlántico Sur.

No es menor que este desplazamiento de buques de guerra del Reino Unido se produce en medio del reactivado debate con Argentina por las Islas Malvinas, cuando están por cumplirse 30 años de la guerra entre ambas naciones, donde murieron 649 argentinos y 255 ingleses.

El destructor inglés que marcha hacia mares argentinos cuenta con misiles antiaire, helipuertos, tiene un moderno sistema de navegación y lleva sesenta militares a bordo.

Según la vocería hecha en el Reino Unido por la Armada Real, se trata de un despliegue previsto desde hace tiempo, es totalmente de rutina y reemplaza otro buque de patrulla.

Sin embargo, en el diario Daily Telegraph, una fuente militar inglesa manifestó que el barco de guerra que se instalará en las Malvinas “puede derribar aviones argentinos en cuanto despeguen de sus bases” y que “esto dará a Buenos Aires una pausa para la reflexión” sobre su reclamo de las islas.

En el último tiempo Argentina quiso frenar operaciones de extracción de petróleo en las Malvinas y prohibió que barcos con bandera de esas islas atraquen en sus puertos, medida que fue compartida por muchos países latinoamericanos.

El Reino Unido respondió con duras críticas al gobierno argentino, como cuando el Primer  Ministro David Cameron acusó de “colonialista” a Argentina y tácitamente desde ese país europeo se hizo referencia a su poderío militar…ahora se envía un poderoso buque de guerra.

La Presidenta Cristina Fernández reivindicó la posesión de su país sobre las Islas Malvinas y dijo que en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas está instalado un reclamo por la ocupación, por parte de los ingleses, de ese territorio.

Hay que decir que al movimiento del barco de guerra inglés hacia las Malvinas, se agrega el anuncio de que el Reino Unido construirá un aeropuerto en la isla Santa Elena, enclavada en el Océano Atlántico, localizada a cinco mil 500 kilómetros al noreste de Argentina, y permitirá el despegue de aviones de guerra y civiles para un rápido desplazamiento hacia el las Malvinas.

La construcción de una pista de aterrizaje de 1,8 kilómetros, tensiona aún más las relaciones entre Reino Unido y Argentina, a partir de la escalada verbal suscitada entre los dos países debido a las exploraciones petroleras británicas en las disputadas aguas malvinenses.

Además, está anunciada la visita del príncipe Guillermo, tercero en la línea de sucesión a la Corona británica, para realizar un entrenamiento como piloto de helicópteros de rescate durante el mes de febrero en las Malvinas.

La presencia del nieto de la reina Isabel II en las islas es particularmente sensible para Argentina, que reclama su soberanía desde enero de 1833.

El Gobierno británico ha vuelto a insistir este martes en que la soberanía de las islas “no es negociable” y que siempre respetará la autodeterminación de las tres mil personas que viven en las islas.