Los pronósticos se cumplieron en las elecciones a alcaldes y diputados de este domingo, aunque quizá se dio el peor escenario previamente dibujado para el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Además de perder la mayoría en la Asamblea Legislativa, lo que seguramente le hará perder la presidencia de la misma, el FMLN perdió la carrera municipal, de forma especialmente contundente en el departamento de San Salvador.
No solo en la capital la victoria de Norman Quijano, de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), ha sido históricamente holgada, con prácticamente el doble de votos que el candidato efemelenista, Jorge Shafick Handal; el FMLN también ha perdido bastiones históricos como las populosas ciudades contiguas a la capital de Mejicanos, Soyapango, Ilopango, Apopa, San Martín, Tonacatepeque, Ayutuxtepeque y Santo Tomás.
Así, el Área Metropolitana de San Salvador, donde se concentra más de un tercio de la población del país, estará controlada por la derecha política, que tendrá en ese poder territorial un gran instrumento de cara a la campaña para las presidenciales, cuyo punto de partida es precisamente este lunes 12 de marzo.
Además, esas alcaldías están incluidas en el consorcio con el gobierno venezolano AlbaPetróleos, con lo que el futuro de esa empresa queda en entredicho, o al menos la inclusión en la misma de dichos municipios. De momento, aunque ARENA ha sido muy crítico con este conglomerado, Quijano dijo que en principio habría que estudiar la continuidad de las alcaldías en su interior, lo que Handal calificó de “doble moral”.
Por otra parte, ARENA copa las cabeceras departamentales con nueve de las catorce principales alcaldías, el FMLN se queda con tres, mientras Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) y Concertación Nacional (CN) ganan una cada uno.
El fracaso del FMLN es contundente, aunque desde la dirección se quiera mitigar. La elección de medio mandato del primer gobierno en el que ha participado el partido en la historia ha supuesto un claro voto de castigo, liderado por la clase media urbana de la zona metropolitana de San Salvador.
Por su parte, ARENA muestra que su caudal histórico de votos ha salido indemne de la derrota en las presidenciales de 2009, de la expulsión del ex presidente Elías Antonio Saca y de la división de su grupo parlamentario.
GANA, resultante de esa fragmentación, no le ha quitado un solo voto a ARENA, sino a CN, al Partido de la Esperanza (PES) y al FMLN.
NUEVO MAPA LEGISLATIVO
La nueva Asamblea presentará más dificultades para un gobierno que hasta ahora se ha venido apoyando en los votos de FMLN y GANA para obtener mayorías simples y al que ARENA por sí sola no podía bloquearle porque no tenía votos suficientes para impedir mayorías cualificadas.
En el nuevo escenario, el gobierno tendrá que negociar asuntos cruciales con el partido opositor, que aspira a ganar la elección presidencial en 2014 y al que la estrategia de ataque frontal al gobierno le ha rendido estupendo réditos.
En ese sentido, hay cuestiones que deben ser aprobadas ya y que sin duda Casa Presidencial aprovechará la actual configuración parlamentaria para sacar adelante.
Por ejemplo, antes del mes de julio el Ejecutivo necesita que la Asamblea Legislativa apruebe dos préstamos, uno del Banco Mundial y otro del Banco Interamericano de Desarrollo, por cerca de 300 millones de dólares, para hacer frente a pagos de deuda que son perentorios.
Cuestiones como estas ya no las va a poder realizar el gobierno sin el apoyo de ARENA a partir de la conformación del nuevo congreso.
Por otra parte, el FMLN perderá el poder dentro de la propia Asamblea, pues es de esperar que la presidencia de la misma pase a ser desempeñada por alguien de ARENA. También perderá correlación en la Junta Directiva y en muchas de las comisiones.
EL VOTO DE CASTIGO DE LOS NO MILITANTES
El resultado de la elección a diputados tiene a su base, más que una subida de ARENA, una bajada en el apoyo que ha logrado suscitar el FMLN.
Las cifras son claras; el voto de la clase media y media baja que vive en San Salvador es la que decidió las presidenciales en 2009 y es la que en esta ocasión ha dado la espalda al partido de izquierda.
La participación ha sido menor que en las legislativas pasadas, los candidatos de ARENA han ganado muchas de las alcaldías de la zona metropolitana con un caudal de votos solo algo mayor que hace tres años y ha sido el partido en el gobierno el que no ha logrado movilizar a sus potenciales votantes, esos que no son militantes, sino simpatizantes, e incluso solo votantes ocasionales.
Muchos de ellos no fueron a votar y otros se decidieron por opciones distintas, principalmente GANA.
El partido no ha sido capaz en esta campaña de conectar con esos votantes más críticos, que no se dejan embaucar solo por el color de una bandera.
En ese sentido, según valora el analista y director de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), Roberto Rubio, el FMLN ha perdido la iniciativa en lo que se refiere a presentarse como el sujeto del cambio en el país y ARENA le ha ganado la mano.“
Lo que hizo el Frente dando señales de cambio con Mauricio Funes en 2009, y ARENA perdió por dar señales de continuidad con Rodrigo Ávila, ahora de alguna manera jugó a favor de ARENA, porque se puso delante de la reforma, dijo que sí al voto por rostro y puso algunos rostros nuevos, jóvenes, mujeres y el Frente puso delante a la bandera y a sus líderes históricos. Esto ha hecho que la gente haya valorado que ARENA esta vez estuvo más acorde con el cambio”, expone Rubio.
Desde distintos foros, militantes y simpatizantes del partido ya están pidiendo a la dirigencia que se plantee seriamente por qué se han dado estos resultados y si en los dos años que quedan de gobierno se podrá recuperar el favor mayoritario de la población sin un cambio en personas y discursos dentro del partido.
La Comisión Política del partido emitió un comunicado en el que reconoce los resultados negativos de la elección del domingo y el que afirma que “vamos a estudiar con mente fría sus causas y las lecciones de este proceso para hacer las readecuaciones que sean necesarias y posibles, con el compromiso de trabajar mejor para la búsqueda de las soluciones de los grandes problemas del país”.
Asimismo, la dirigencia pide a la militancia “una evaluación responsable, con espíritu autocrítico, poniendo por encima de todo la unidad del partido como condición necesaria para mantenernos en la ruta de las transformaciones”.
Finalmente, ya mirando al próximo proceso electoral, la cúpula del FMLN afirma que a “amigos, aliados, simpatizantes y al pueblo salvadoreño en general le expresamos nuestra disposición a continuar juntos en este proceso de cambios que el país ha iniciado y nos convoquemos a la búsqueda de un nuevo acuerdo nacional para apostarle a la victoria de las elecciones presidenciales del año 2014”.
Respecto a esa evaluación que dicen tener que hacer los dirigentes del FMLN, el ex integrante del mismo y firmante de los Acuerdos de Paz, Roberto Cañas, identifica varios errores en el quehacer del partido en los últimos tiempos que pueden explicar los malos resultados obtenidos en las elecciones.
Algunas cuestiones son puntuales y concretas, como la imposición de candidatos a alcaldes no apoyados por la base del partido en el municipio, como ocurrió en Apopa con el cambio de Luz Estrella Rodríguez por Zoila Quijada o en San Miguel con Ricardo González.
Cañas también señala que en municipios como Mejicanos o Soyapango el problema es que no se estaba haciendo buen gobierno, no se estaban realizando las obras que la población demandaba y había descontento.
Y en cuestiones más generales, el analista opina que la dirigencia del FMLN estaba muy sobrada, lo que no le permitió ver el ambiente de descontento que se traslucía en una parte de sus simpatizantes.
Finalmente, cree que un problema estructural del partido es “el alejamiento y la pérdida de vínculo con el movimiento social. Cuando un partido está institucionalizado, no ve, no oye, no entiende los problemas de la gente”.
Para Roberto Rubio no hay duda de que han sido las clases medias urbanas, incluidas las medias-bajas, las que han dado la espalda al Frente en esta elección.
Además, el análisis de los datos de estos comicios le hace concluir que al partido no le bastan los votos de sus militantes más fieles y debe revisar su estrategia para atraer el voto de las personas que no son acérrimos de ningún partido, que son las que hacen ganar o perder elecciones.
“El mensaje que tiene que saber leer el FMLN es que definitivamente con sus votantes no gana. (…) El Frente por sí solo no va a ser capaz de jalar al votante que se necesita para ganar las presidenciales, que está clarísimo que es ese votante que no milita”, augura Rubio.