Una inversión por mil 400 millones de dólares para instalar una termoeléctrica de capacidad de generación de 740 mega watts contempla el proyecto, el que estaba paralizado desde el 26 de julio del año pasado, a la espera de responder a las observaciones que realizaron los servicios públicos que tienen competencia en materia ambiental.
Se pensó que Endesa había desistido de construir el proyecto, pero presentó su reporte el pasado 29 de mayo. Sin embargo, según Lucio Cuencia, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, la zona está altamente contaminada con el funcionamiento de ndustrias, como la minera CMP y la termoeléctrica Guacolda.
“Se llegó a una decisión en el Gobierno anterior y que está todavía en trámite en el Gobierno actual, que es declarar a esta zona como de latencia. Y eso ha sido intencionalmente demorado, porque debería hacerse un plan de descontaminación que asegure que los niveles de contaminación no se van a incrementar y, en ese sentido, Punta Alcalde tendría que ser rechazada”, aseguró el ambientalista.
Cuenca afirmó que la declaración lleva años en tramitación y tres meses en Contraloría. Además, manifestó su preocupación porque, prácticamente, se ha declarado a Huasco como “zona de sacrificio”, es decir, que no importa seguir contaminando al considerarla un “área perdida”. No obstante, existen comunidades enteras perjudicadas.
Para el dirigente esto tiene que ver con la fuerte demanda de energía de las empresas mineras, además de que Punta Alcalde también abastecería el Sistema Interconectado Central (SIC). Pese a que, la línea de transmisión no ha sido presentada, al igual que en otro proyecto emblemático de Endesa: HidroAysén.
En este contexto, Juan Carlos Lavín, de la Brigada S.O.S Huasco y miembro de la Red Ambiental Norte, afirmó que este proyecto es totalmente nefasto para la comuna, para la región y para el país. Además, criticó la insistencia de expandir este modelo energético a costa del desarrollo de las localidades.
“Consideramos que es antiético que nos pongan otra termoeléctrica más, no les interesa ni la biodiversidad y, al parecer, menos la vida de los seres humanos que están sufriendo las consecuencias de los altos niveles de contaminación. Estamos viviendo en un modelo que promueve la muerte, la devastación, el tener por el ser”, sostuvo el dirigente.
Lavín añadió que el modelo involucra también a políticos acomodados al sistema que siguen validando y que se instalen estos proyectos sólo para enriquecer a unos pocos. Por esto, afirmó, es que no ha servido recurrir a las autoridades. “Los personajes del mundo político tienen una retórica falsa y populista de salir a marchar por las calles, pero después vemos sus firmas aprobando estas iniciativas”, afirmó.
Ahora, las expectativas de la comunidad están puestas en la decisión de la Contraloría, que pueda aprobar la condición de zona de latencia con prontitud y se obligue así a las autoridades a realizar un Plan de Descontaminación en el valle del Huasco.
