Otro factor que complejiza el conflicto al interior de los liceos de Providencia

A casi tres meses del inicio del año escolar, más de una decena de alumnas de liceos emblemáticas de la comuna de Providencia, aún no pueden reintegrarse a clases, pese a contundentes fallos que han calificado de arbitrarias su expulsiones por participar del movimiento estudiantil. La situación parece entrampada en la justicia y en la tozudez del alcalde Cristián Labbe, por lo que las estudiantes corren serio riesgo de perder el semestre esperando una resolución definitiva.

A casi tres meses del inicio del año escolar, más de una decena de alumnas de liceos emblemáticas de la comuna de Providencia, aún no pueden reintegrarse a clases, pese a contundentes fallos que han calificado de arbitrarias su expulsiones por participar del movimiento estudiantil. La situación parece entrampada en la justicia y en la tozudez del alcalde Cristián Labbe, por lo que las estudiantes corren serio riesgo de perder el semestre esperando una resolución definitiva.

Pronto se cumplirán tres meses del inicio del año escolar y varias alumnas de los liceos Carmela Carvajal de Prat, 7 y Tajamar, aún no solucionan sus problemas de reincorporación, luego que fueran expulsadas por las direcciones de los establecimientos por participar de las movilizaciones estudiantiles del 2011.

Los  liceos, además de compartir la característica de ser femeninos, están ubicados en Providencia, comuna en la que el edil Cristián Labbé, ha asegurado que llegará hasta las últimas consecuencias para que las estudiantes no puedan volver a estudiar en sus establecimientos. Es por ello que en dos de los tres casos, las direcciones de los liceos se han negado a acatar los dictámenes de la justicia, apelando para que las alumnas no puedan reintegrarse.

En la marcha de secundarios el pasado jueves en apoyo a las estudiantes, Felipe Pizarro, vocero de la agrupación de apoderados Apodérate de Providencia, señaló que Labbé “cree que está sobre la ley, no solo para él los alumnos no son interlocutores validos, tampoco los padres, ni siquiera la Corte de Apelaciones, ni siquiera la Justicia. Vaya el mensaje para ese alcalde, que estos padres y apoderados de Providencia van a seguir peleando porque cada uno de los alumnos que están expulsados vuelvan a su lugar”, dijo.

Sin embargo, los casos de las menores parecen estar entrampados en la justicia, mientras en el liceo Carmela Carvajal esperan que la Corte Suprema se pronuncie ante la apelación que hicieron desde el colegio; en liceo 7 se negaron a reintegrar a las escolares, porque lo que aún falta que la dirección apele, y en el Tajamar aún les resta conocer el fallo de la Corte de Apelaciones.

Consultado por la posibilidad de que las estudiantes pierdan el semestre, el abogado de las alumnas del Carmela Carvajal, Cristián Zúñiga, admitió que las escolares quieren retomar los estudios en sus colegios, pero quedará a decisión de ellas, ya que es impredecible cuánto puede demorar el máximo tribunal en fallar.

“Las niñitas están entusiasmadas con su colegio, lo quieren. No es tan fácil decirles ‘nos quedan dos meses más, váyanse a otro colegio’. Es un tema que ahora tiene que plantearse ellas, con sufrimiento, no es fácil. No sé cuanto se demorará la Suprema, porque puede ser que le dé importancia al tema, pero todas las cosas tienen su tiempo”, aseguró Zúñiga.

Una de las afectadas, Danae Díaz, vocera de las alumnas del Carmela Carvajal, señaló que, finalmente, todas estas acciones transmiten un soterrado intento gubernamental “ir en contra de los movimientos, criminalizándolos, tratando de implantar la política del terror, para que la gente no se organice”.

“ Hay gente que está dispuesta de ir en contra de eso y lo vamos a seguir haciendo, vamos a poner en evidencia los montajes que realiza no solamente el Gobierno, sino que las direcciones de los colegios que son mandados por ellos también”, agregó la vocera.

En tanto, apoderados, alumnos y parlamentarios han solicitado insistentemente la intervención del Ministerio de Educación en el conflicto, pese a que el ministro Harald Beyer se desmarcó de la situación, afirmando que el ministerio no tiene la atribución para reincorporar a nadie, pues es una decisión tomado por profesores y directores de los establecimientos.





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