Seminario sobre educación identifica a la transparencia como desafío del sector

El sistema educativo en general requiere de mayor acceso a la información, fue la principal conclusión de los panelistas del taller Transparencia: una oportunidad para la Educación en el III Seminario Internacional del Consejo para la Transparencia, cuando la Ley de Acceso a la Información Pública cumple tres años.

El sistema educativo en general requiere de mayor acceso a la información, fue la principal conclusión de los panelistas del taller Transparencia: una oportunidad para la Educación en el III Seminario Internacional del Consejo para la Transparencia, cuando la Ley de Acceso a la Información Pública cumple tres años.

Durante el seminario “Impacto del Derecho de Acceso a la Información en la participación ciudadana”, se plantearon los desafíos en transparencia y acceso a la información que existen en el campo de la educación.

El panel que discutió este aspecto se conformó por el ministro de Educación, Harald Beyer; el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez; el presidente de la FEUC, Noam Titelman; el experto de la organización Educación 2020, Mario Waissbluth; Moisés Sánchez de la Fundación ProAcceso, y el rector de la Universidad Alberto Hurtado, Fernando Montes.

La gran coincidencia de todos estos expositores, es la falta de transparencia en el sector. Según explicó el propio ministro Beyer, esto se puede apreciar en distintos aspectos de la labor del Mineduc, lo que, según aseguró son solucionables con la ley que crea la superintendencia de Educación Superior.

“Nosotros no tenemos suficiente información sobre el cumplimiento efectivo de los currículos académicos, no tenemos suficiente información sobre el manejo de las cuentas financieras, no tenemos suficiente capacidad para fiscalizar eventualmente las cuentas de las distintas instituciones de educación superior y eso es lo que va a lograr la superintendencia. En términos de asegurar calidad, también nos parece que hoy el sistema envía señales confusas, nos parece que es demasiado corporativa la estructura superior, la comisión nacional de acreditación. Eso es lo que vamos a cambiar con esta ley que vamos a enviar y que estamos hoy consultando con distintos expertos”, explicó el secretario de Estado.

Beyer anunció el envío, posiblemente en junio, de una iniciativa que subsane los vacíos del actual sistema de acreditación de universidades e informó los esfuerzos desarrollados por su cartera para poner a disposición de los usuarios más y mejor información, aunque reconoció falencias.

Ante esto, el rector de nuestra casa de estudios, Víctor Pérez acusó inequidades y asimetrías en las exigencias que afectan a planteles públicas y privadas, ya que la normativa sólo obliga a las universidades del Estado y al hacerlo entrega a las privadas ventajas comparativas.

En relación a las diferencias que persisten entre las universidades estatales y las  instituciones privadas, el rector Pérez precisó que “hay una asimetría que significa que las universidades estatales no están siendo respaldadas como corresponde por el Estado, que es su propietario y por el contrario estamos observando cada vez más un ambiente en el cual los recursos fiscales ya no están diferenciando si van a una entidad privada o una entidad estatal. Con eso se está olvidando la responsabilidad que el Estado tiene con sus universidades”.

Por su parte, el presidente de la FEUC, puso el énfasis en el irrespeto a la norma sobre el lucro de las universidades privadas y en la escasa claridad sobre los procesos de acreditación, pero enfocado en acceso, financiamiento, calidad y democratización.

“Lo que nosotros planteamos es la necesidad de cambios profundos en los cuatro aspectos que ha planteado la Confech, que son Acceso, Financiamiento, Calidad y Democratización en cuanto a la transparencia, la que vemos como algo en que toda la ciudadanía empoderada le exija a las instituciones que cumplan con requisitos básicos que consideramos indispensables”, detalló el líder de la federación de estudiantes.

El seminario cerró con un panel política y participación ciudadana, el que tuvo como punto común en sus participantes, la necesidad de dar mayor transparencia a los partidos y agrupaciones, y la preocupación por la aguda desconfianza que la ciudadanía ha mostrado en las últimas encuestas y estudios sobre las autoridades, instituciones y organismos.





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