El epicentro del movimiento telúrico fue localizado a unos 10 Km. de profundidad en Finale Emilia, a 36 Km. al norte de Bolonia, en una de las regiones más pobladas e industrializadas de la península. Según el último balance provisional los derrumbes provocaron al menos seis muertos, en su mayoría trabajadores que pernoctaban en las sedes de las fábricas que sufrieron los daños con mayor intensidad. Otras 50 personas resultaron heridas en la región de Ferrara, aunque ninguna de gravedad.
Muchas personas presas de pánico salieron a la calle al sentir el temblor que ocasionó el derrumbe de muchas casas, así como torres antiguas y campanarios. Las primeras imágenes difundidas por las televisiones italianas mostraban numerosos edificios afectados, escombros en las carreteras e iglesias agrietadas.Varios hospitales fueron evacuados por medidas de seguridad.
Antes del terremoto, se había registrado otro sismo de magnitud 4,1 con epicentro en la región de Lombardía que se sintió también en las provincias de Modena y Ferrara.
En 2009 un gran sismo de 6,3 grados en la escala de Richter afectó la ciudad de L’Aquila, en el centro del país, dejando un saldo de 300 fallecidos.