Si puede parecer preocupante que gran parte de la población crea que los dinosaurios convivieron con los primeros seres humanos y que las plantas no tienen ADN, puede serlo aún más cuando se trata de un 12 y un 18 por ciento, respectivamente, de estudiantes de pedagogía en Ciencias.

A esto se suma que un 32 por ciento de ellos cree que el efecto invernadero está causado por el uso de la energía nuclear y un 51 por ciento asegura que los antibióticos destruyen los virus.

La Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad del Bío-Bío tomó el ejemplo de una encuesta realizada en Europa para realizar un cuestionario estandarizado a alumnos de Pedagogía con mención en Biología, Química o Física para medir el nivel de conocimiento de premisas científicas básicas y sobre cómo genera nuevos conocimientos la ciencia.

El jefe de la Unidad de Investigación de dicha facultad, Alexis Rebolledo, calificó los resultados como devastadores y sorprendentes, puesto que se da por sentado un mayor interés por la ciencia en estos estudiantes que luego divulgarán su aprendizaje con los escolares.

El sociólogo advirtió que las peores conclusiones se vinculan al área de la Física y que los errores se registran no sólo en los universitarios que cursan los primeros años, por lo que no es solamente un problema de la formación inicial.

“Algunos de estos conocimientos, expresados de manera errónea en este cuestionario, tenían que ver no con la trayectoria de la Universidad, porque contrariamente a lo que uno pudiese esperar, que es que un estudiante que ya está en cuarto o quinto de la universidad hubiese superado ciertas ambigüedades en torno al conocimiento científico, las seguían sosteniendo, y eso tiene que ver ya con una cultura no científica en la cual la gente se está desarrollando cotidianamente. No hay, aparentemente, un escenario favorable para consolidar conocimientos científicos”, aseguró Rebolledo.

El académico aseguró que, según el propio estudio, los contenidos son abordados por los distintos programas universitarios, por lo que los conocimientos no son adoptados por gran parte de los alumnos.

En esto puede influir además, sostuvo Rebolledo, que la Ciencia no es valorada como práctica social, que no hay una institucionalidad que apoye la investigación y el desarrollo ni tampoco políticas al respecto.

Por su parte, el presidente del Consejo de Sociedades Científicas de Chile, Jorge Babul, advirtió que hay una responsabilidad compartida entre estudiantes y profesores.

“La costumbre que tienen o no los estudiantes, la tienen muy poco, de hacerse preguntas, sus inquietudes, curiosidades, eso es muy importante al momento de uno tenerlos como estudiantes, y uno como profesor en la sala de clases. La otra parte tiene que ver con uno mismo, cuánto es capaz de entusiasmar a los estudiantes por los conceptos que identifica, y aquí estoy hablando de formación no de información, porque la información la puede tener desde cualquier lugar, en Internet, etc.”, indicó Babul.

El académico de la Universidad de Chile subrayó que no puede recaer la responsabilidad en los científicos sobre qué sistema es más apropiado, por lo que es necesario que las universidades, el sector productivo y el Gobierno se sienten a conversar sobre el desarrollo científico.

Los resultados de la encuesta serán expuestos en el congreso “Desafío de la educación científica de hoy: formar sujetos competentes para un mundo en permanente transformación” que se llevará a cabo los días 18, 19 y 20 de julio en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica.