Al cumplirse 21 años del informe Rettig llegó a Chile Bertha Oliva, presidenta de la Coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras, para intercambiar experiencias y dar a conocer las graves violaciones a los Derechos Humanos que se siguen cometiendo en el país centroamericano.
La dirigenta afirmó que existen muchos mitos sobre el avance político y la realidad que, aseguró, en gran medida se pretende ocultar: “A partir de 2010, a nivel internacional, todo el mundo cree que la situación en Honduras, después de un golpe militar de Estado, se ha normalizado. Y que el esfuerzo camina aceleradamente para la paz y la reconciliación. En diferentes espacios, queremos decir que esa es solo una frase, pero no la realidad que vivimos. Si antes del golpe militar de Estado había violaciones a los DD.HH., hoy estamos en un estado de emergencia”, afirmó.
Bertha Oliva añadió que la violencia es tal, que se ha llegado a “normalizar” en la mente de los ciudadanos hondureños, en un país donde la persecución política ha cobrado la vida de siete personas sólo en este último mes y más de 130 personas en los últimos años. A esto se suma la muerte de 24 periodistas asesinados en el desarrollo de sus funciones, coartando la libertad de prensa, de expresión y el derecho a la información.
Añadió que, en total, desde el golpe de Estado a la fecha, la Coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras ha registrado más de 12 mil violaciones a DD.HH., como torturas, detenciones ilegales, asesinados, desapariciones forzadas y exilio político. “Estamos enfrentando un cinismo oficial, una doble moral, cuando por un lado se vende a nivel internacional que hay preocupación por los DD.HH., pero a nivel interno, no hay derechos”, afirmó Bertha Oliva.