Este martes se cumplió el plazo impuesto por la ciudadanía para que el Gobierno haga entrega de un plan de cierre completo de la planta, junto con un cronograma que detalle cada una de las etapas. Según afirman los dirigentes, eso aún no se ha cumplido. Además, piden que se informen todos los detalles a la comunidad en una asamblea abierta a realizarse el próximo sábado 23 de junio en Freirina.
Esto después de que el sábado mantuvieran cortada por cerca de cinco horas la ruta que une Vallenar con Huasco, como una forma de advertir a las autoridades que continúa en alerta y que, en cualquier momento, podrían retomar las movilizaciones. En medio de la toma, los vecinos acusaron que los malos olores continuaban y que la empresa seguía inseminando a las cerdas al interior de la planta.
Si bien esto fue desmentido por el ministro Jaime Mañalich, el titular de Salud reconoció que se había roto una cañería transportadora de purines, agravando el problema de los malos olores.
En este contexto, Yahir Rojas, vocero del Movimiento Socioambiental Valle del Huasco, expresó su desconfianza a la respuesta de las autoridades: “El diálogo con el Gobierno está bien alejado, los acuerdos que se tomaron nunca se cumplieron, las visitas a la planta por parte de la comunidad no se han llevado a cabo y el plan de cierre firmado por las autoridades pertinentes aún no llega. Acciones como poner un observatorio de salud y medio ambiente en el consultorio de Freirina nunca se concretaron y la emergencia por los olores se ha ido complicando cada vez más. Si nuestra comunidad nos está diciendo que está pasando algo raro arriba, es lógico que le creamos a ella y no a la empresa y el Gobierno, quienes tienen una relación de amistad y cordialidad que se ha manifestado durante toda la historia”, sostuvo.
La situación se complica, ya que durante el desarrollo del conflicto los ciudadanos manifestaron una fuerte desconfianza y criticaron el proceder de las autoridades locales, a las que catalogaron de “negligentes”. Días después, se produjo la salida de la intendenta Ximena Matas. En ese entonces, el Ejecutivo aseguró que su renuncia no tenía nada que ver con este conflicto.
Ahora se está poniendo en duda la real intención del Gobierno central de solucionar este problema. Sin embargo, Rafael Prohens, nuevo intendente de Atacama, afirmó que los dirigentes “buscan desacreditar al Gobierno” para que “pierda credibilidad”.
Frente a esto, Felipe Grez, del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), sostuvo que las declaraciones del intendente sólo vienen a reafirmar las sospechas de los ciudadanos: “Es una clara muestra de que el Gobierno en realidad trata de bajarle los humos a los conflictos y de calmar un poco la situación, pero una vez más demuestra no tener el control suficiente y poder cumplir con los compromisos, lo que es bastante lamentable. Lo que pide la comunidad en Freirina es algo muy razonable: que el Gobierno fiscalice el tipo de proyectos que se están aprobando y que impactan la vida comunitaria”, subrayó.
Lo cierto es que continúan los malos olores y con ello el descontento de la ciudadanía, que además teme que se contaminen las napas de agua subterráneas que nutren a las comunas de Huasco y Vallenar.
Por esta razón, los dirigentes están muy atentos al cierre de la planta y reiteraron que la movilización no se detendrá hasta que se solucione el tema que, afirman, es sólo la punta del iceberg de sus demandas.