Unos siete mil jóvenes pertenecientes al movimiento estudiantil #YoSoy132 llegaron el jueves hacia las 21.300 horas a las instalaciones de la cadena Televisa, en la capital mexicana, para protestar contra lo que consideran la “imposición” del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones presidenciales del 1 de julio.
La manifestación, que empezó bajo una lluvia torrencial, pretende denunciar la “manipulación mediática que cotidianamente realiza esta empresa, y en particular durante el pasado proceso electoral, al jugar un papel para favorecer la imposición del priísta Enrique Peña Nieto (como presidente)”, dijo el movimiento estudiantil en un manifiesto.
Los estudiantes anunciaron su intención de permanecer 24 horas en las adyacencias de la emisora para bloquear la entrada del personal coincidiendo con la transmisión de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El “cerco humano” llevaba pancartas con la leyenda “No a la imposición” [del candidato del PRI] en momentos en que Televisa difundía su principal noticiero.
“Exigimos la democratización de la propiedad de los medios de comunicación. Es indispensable si queremos una real democracia. Vamos a convocar asambleas populares, barriales y comunales para resistirnos a la imposición presidencial”, precisaron en su proclama.
“Televisa y el PRI convirtieron a esta elección en un referéndum en torno a la telecracia. Y son los jóvenes, las audiencias del futuro, los votantes de este año, quienes han tomado la plaza pública”, explicó el periodista Jenaro Villamil, autor de libros como “El poder del rating” y “La televisión que nos gobierna”.
El colectivo #YoSoy132 denuncia desde mayo la cobertura de la campaña electoral de Televisa, su competidora TvAzteca y otros medios por el presunto apoyo a Peña Nieto, quien según el conteo oficial ganó con 38,2 por ciento de los votos la elección presidencial del 1 de julio, superando al izquierdista Andrés Manuel López Obrador (31,6 por ciento).
El grupo de estudiantes califican a su movimiento como apartidista y ajeno a López Obrador, quien ha pedido que se invaliden los comicios alegando que el PRI compró cinco millones de votos y rebasó el tope de gastos electorales.