Los enfrentamientos entre grupos rebeldes y las fuerzas del régimen de Bashar al Asad están provocando una “grave escasez” de medicamentos, impidiendo tratar adecuadamente a heridos que necesitan antibióticos y a personas que padecen enfermedades crónicas, aseguró el martes la OMS.

“El reciente aumento de la violencia dejó dos daños graves en las fábricas farmacéuticas locales, cerca de Alepo, de Homs y de Damasco”, aseguró el martes un portavoz de la OMS en Ginebra. Antes del conflicto, 17 meses atrás, Siria producía el 90% de los medicamentos que consumía.

Sin embargo, la producción se ha visto afectada por la falta de materias primas, las consecuencias de las sanciones en contra de Siria, y la subida del precio de la gasolina.

Los principales medicamentos afectados son los productos para luchar contra la tuberculosis, la hepatitis, la hipertensión, la diabetes y el cáncer.

De acuerdo con el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, el 90% de las plantas farmacéuticas se encuentran en Damasco, Alepo y Homs, ciudades fuertemente dañadas por la violencia.

Los combates y la falta de medicamentos han llevado a cerrar centros de salud y hospitales.

Al mismo tiempo, el conflicto afecta la alimentación de los sirios. Según el PAM, el sector agrícola padece graves daños por los combates, y las pérdidas llegan a los 1.800 millones de dólares, afectando a un tercio de la población rural.

Se estima que alrededor de 1.5 millones de personas necesitan asistencia inmediata durante los 3 a 6 próximos meses. Cerca de 1 millón de agricultores requerirán ayuda para sus ganados durante este mismo período.

Para evitar que se produzca una tragedia con la llegada del invierno, el PAN lanzó un llamado de ayuda internacional para Siria de 103.2 millones de dólares. Hasta este día, faltan aún 58.9 millones de dólares del monto solicitado.