“Esta cumbre es el mayor acontecimiento diplomático de la historia de Irán”, afirmó el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Ramin Mehmaparast, a pocos días de que se desarrolle, entre el 28 y 31 de agosto, la XVI Cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Teherán.

Según fuentes de la cancillería de ese país, ya han confirmado su asistencia más de un centenar de naciones y 40 jefes de Estado, entre los que se cuentan Raúl Castro de Cuba y Mohamed Mursi, recientemente electo mandatario de Egipto.

En el caso del presidente egipcio, se trata del primer mandatario de ese país en visitar Irán desde la revolución iraní que derrocó al sha de Persia en 1979, por lo que la visita es vista como un acercamiento entre ambos países.

Además, la ONU confirmó la presencia de su secretario general, Ban Ki-Moon. El vocero de la organización, Martin Nesirky, aseguró que el máximo responsable de la Naciones Unidas explicará a Irán lo que la comunidad internacional espera en cuanto “a su programa nuclear, el terrorismo, los derechos humanos y la crisis en Siria”.

No obstante, la presencia de Ban Ki-Moon en Teherán desató las críticas de Estados Unidos e Israel, principales opositores al gobierno de  Mahmud Ahmadineyad.

El analista internacional Raúl Sohr señaló que, si bien este movimiento es un resabio de la Guerra Fría, se trata de un foro del mundo “progresista tercermundista” donde Irán reivindica esa condición en medio de un clima de hostigamiento por parte de occidente, particularmente, por la presunta construcción de un arma nuclear.

“Para Irán es muy importante tener el respaldo del mayor número de países y, por supuesto, ha tenido intermediarios interesantes como Turquía y Brasil, en un momento. Frente a esta campaña de occidente que apunta a aislarlo, lo que está ocurriendo en Siria no está desconectado de la pugna con Irán. Siria es el principal aliado político de Irán en la región y la mantención de ese gobierno o la caída del gobierno de Bashar al-Assad  es muy importante para Irán y probablemente va a tratar de obtener alguna resolución contra la posibilidad de un ataque”, dijo.

Para Sohr, junto con la situación en Siria, es probable que el gobierno iraní intente instalar el problema de las restricciones comerciales que les están imponiendo, sobre todo en el sector financiero, lo que ha dificultado sus exportaciones de petróleo.

“Esta es una ecuación complicada porque el país más exigente en esta materia es Israel, que se siente directamente amenazado por la potencialidad de un poder nuclear iraní y, en función de eso, ha ido amenazando con un ataque directo a Irán. Estados Unidos, con el fin de aplacar, en parte, a Israel, ha ido elevando las sanciones, de manera que Irán buscará esta conferencia para denunciar estos castigos que, en definitiva, afectan a todo el pueblo iraní”, advirtió.

Además, según Raúl Sohr, es probable que también se debata sobre comercio, deuda externa, medio ambiente, emisiones de CO2 y el alto precio de los alimentos, aunque recordó que las conclusiones no son vinculantes y que la cumbre no tiene la relevancia de otras citas como G-20 o Brics.

En tanto el analista internacional Pablo Jofré  prevé que los principales temas serán similares a los de la década del noventa hasta la fecha como la autodeterminación de los pueblos y la no intervención en la política interna de los estados, lo que en este caso podría enfocarse en Siria.

“Vemos en Siria una situación de intervención directa de Turquía, Arabia Saudita, Catar, auspiciada y avalada por Estados Unidos y los países occidentales. Por otra parte hubo intervención también de Rusia y China en apoyo al régimen de Bashar al-Assad. En ese sentido Irán lo que va a tratar de sacar es una declaración, no sólo de apoyo al gobierno sirio, sino también lograr que en los principios generales de autodeterminación y derechos de los pueblos, se incluya un acápite donde el gobierno de Irán sienta que no se le puede seguir amenazando de la forma que se le está haciendo hasta el momento”, subrayó.

Para Jofré la cita también será muy valiosa para el país local para demostrar apoyos a su favor y recalcó que “la situación en Siria tiene un objetivo mayor que es la posibilidad cierta de derrocar al régimen de Irán”.

La anterior cumbre del movimiento, que integran 120 países,  tuvo lugar en 2009 en Egipto, donde se decidió que la siguiente sería en Irán, país que tomará la presidencia de turno de la organización hasta 2015.