Hace 36 años, la familia Tarponosky fue secuestrada por las Fuerzas Armadas de Argentina y, desde entonces, integran la larga lista de desaparecidos de ese país y de nuestro continente. Sólo sobrevivió Daniel Tarponosky, autor del libro “Betina sin aparecer”, de la editorial LOM, el que este jueves se presentará en nuestro país.
En entrevista con Patricio López en el programa Semáforo de nuestra emisora, Tarponosky, contó detalles de cómo surgió esta narración testimonial, a través de la cual se puede recuperar la dimensión humana, la memoria de la familia y las huellas que dejó el golpe político, que afectó al vecino país.
En este sentido, el autor del texto señaló que “efectivamente el lector puede darse cuenta, que es cierto éramos militantes, mis hermanos sobre todo eran militantes políticos de la Juventud Peronista, éramos todos una familia socialista profundamente comprometida con la realidad nacional, paro a la vez vivíamos, trabajábamos, estudiábamos, andábamos por la ciudad, íbamos de vacaciones y eso es lo que fue destruido por los militares argentinos”.
Daniel Tarponosky agregó que sus seres queridos conformaban “una familia activa, alegre, vital y con mucho proyecto y mucho futuro. Yo lo reivindicó, lo levantó y muestro que los militares argentinos quisieron destruir la sociedad entera de esta manera, sólo para imponer un modelo económico”.
La obra se presenta este jueves a las 19:00 horas en el Museo de la Memoria, actividad en la que estarán presentes del senador y ex ministro de Educación argentino Daniel Filmus y de Jaques Chonchol, ex ministro de Agricultura del gobierno de Salvador Allende.
En esa línea, Tarponosky afirmó que el Museo de la Memoria es muy impactante y es un fiel reflejo de la realidad de los desaparecidos chilenos y de las concordancias con los argentinos, mostrando que -por desgracia-, esto era un proyecto intercontinental. En ese sentido, se refirió a la polémica donde se acusaba a la institución de carecer del contexto histórico que generó estas desapariciones.
En esa línea, el autor del libro testimonial dijo que “es el mismo argumento que existe en Argentina y lo que puedo contestar es que no hay excusas para la tortura, el secuestro o para el asesinato de nadie, no hay excusa ninguna, sea política, sea económica o lo que sea. Lo único que se puede manejar sanamente es la democracia y mantener la discusión parlamentaria para tratar de llevar políticas adelante y el problema de Latinoamérica es que las derechas llevaron adelante golpes de Estado y destrucción de sociedades porque no soportaron las discusiones políticas”.
El autor destacó que en Argentina los movimientos armados fueron muy importantes, pero que en su país la democracia no se sostenía desde los años 30. El caso de Chile es distinto “lo único que tengo que recordar es que el gobierno de Allende, fuera de izquierda o fuera lo que fuera, era un gobierno democrático y que fue tirado por un golpe de Estado, sin excusas”, afirmó.