Lo que podría ser el título de una novela de ciencia ficción, es el objetivo de uno de proyectos astronómicos más ambiciosos en la actualidad: el telescopio ALMA. Esta iniciativa está constituida por un conjunto de antenas ubicadas a 5 mil metros de altura en el llano de Chajnantor, a 50 kilómetros de San Pedro de Atacama, que buscan descifrar la química de nuestro universo.
El centro considera un total de 66 antenas, que van actuar como una sola. La idea fundamental es observar el universo frío, es decir, las partes más oscuras y densas, donde hay polvo a una temperatura muy baja. Hasta el momento hay 41 antenas instaladas.
Itziar de Gregorio-Monsalvo, astrónoma del Observatorio Europeo Austral e integrante del grupo de operaciones del proyecto ALMA, explica que “en el universo existen moléculas simples y complejas, al igual como se presentan en la tierra. Éstas se encuentran en el espacio rotando y vibrando y, cada vez que lo hacen, cambian sus estados energéticos y emiten a una frecuencia determinada. Es muy parecido a la radio. Por ejemplo, si quieres sintonizar tu estación de radio favorita, sabes con qué frecuencia tienes que sintonizarte. Las moléculas se comportan exactamente igual y nosotros sabemos la frecuencia en las que emiten. Con el telescopio ALMA podemos sintonizar esas frecuencias y saber qué moléculas estamos observando, con lo cual sabemos la composición química del universo y qué moléculas existen allí”
La experta destacó la relevancia de este proyecto y comentó que “hasta ahora con los telescopios que había en la tierra anteriores a ALMA éramos capaces de detectar un número muy pequeñito de moléculas muy simples. Con las capacidades técnicas de este telescopio, podemos detectar moléculas mucho más complejas que son más débiles. Por eso se dice que ALMA va a revolucionar el conocimiento de la química del universo. Esta es la iniciativa más ambiciosa de la astronomía contemporánea”.
La astrónoma detalló los avances que implica la concreción de este proyecto: “Cuando uno piensa en un telescopio siempre tiene en mente uno que ve, luz visible, que la que detectan nuestros ojos. El ALMA es un radio telescopio, que detecta ondas de radio que tienen una longitud más amplia. La parte más interesante es la capacidad que va a tener para revelar moléculas complejas, porque la vida está asociada a la complejidad. Si piensas en el ácido ribonucleico (ARN), que es fundamental para copiar el código genético, contiene estas partículas complejas que ahora estamos empezando a detectar con el telescopio ALMA. La parte más importante para la humanidad es que gracias a ALMA vamos a poder detectar los componentes básicos de la vida”
Se estima que la construcción del telescopio finalizará a fines de 2013 para poder comenzar con esta colosal tarea.