Los candidatos a la vicepresidencia estadounidense, Joe Biden y Paul Ryan, sostuvieron una dura discusión sobre política exterior y economía, en un debate crucial para los demócratas que buscan frenar la remontada de Mitt Romney sobre el presidente Barack Obama.
El veterano vicepresidente demócrata Biden, de 69 años, y el aspirante republicano Ryan, de 42 años, intercambiaron punzantes ataques, por momentos interrumpiéndose, sobre el programa nuclear de Irán, la muerte del embajador estadounidense en Libia, los impuestos a los ricos y el sistema de salud.
Apasionado, a veces elevando la voz, Biden se mostró con la misión clara de revertir el avance del republicano Romney sobre Obama en las encuestas, en el debate de 90 minutos que se realizó en Danville a menos de cuatro semanas de las elecciones del 6 de noviembre.
Mientras el actual vicepresidente de Estados Unidos aseguró que los errores del gobierno en Bengasi “no serán repetidos”, el legislador Paul Ryan afirmó que el ataque el 11 de septiembre que dejó cuatro muertos, entre ellos el embajador Christopher Stevens, demostró que la política exterior de Obama está “desmantelándose”.
“El Presidente dijo que iba a poner fin a la guerra en Irak. El gobernador Romney dijo que eso era un error. Con respecto a Afganistán, Obama dijo que la guerra terminaría en 2014. El gobernador Romney dijo que no adelantaría una fecha”, dijo Biden.
El tema del aborto surgió durante el debate, pero no otros como la migración, que es especialmente sensible para la primera minoría del país, los hispanos, cuyo voto es cada vez más importante.
El debate de este jueves fue el primero en Estados Unidos que enfrenta a dos católicos. No obstante, hay una gran brecha entre ambos políticos fervientemente creyentes: mientras Biden prioriza la necesidad de velar por los pobres, Ryan muestra una oposición rotunda al aborto o al matrimonio homosexual.