Raúl Guzmán, jefe de la Fiscalía Metropolitana Sur, indicó que los miembros de la red de explotación sexual infantil eran un grupo demasiado cerrado y con códigos propios, lo que impidió que la PDI infiltrara un agente encubierto al interior de la organización.
Asimismo, Guzmán advirtió que debido a que algunos medios de comunicación escritos han vulnerado la orden de la Justicia de no identificar a las víctimas, recurrirá al tribunal para que éstos sean sancionados.
En esa línea, también se conocieron las críticas que hizo una de las testigos clave, una joven de 17 años, que acusó a la Fiscalía por mostrar su rostro y su nombre por televisión, pese a haberle asegurado que su testimonio se mantendría en secreto.
Asimismo, profundizó sobre su declaración judicial, donde indicó que hasta el prostíbulo llegó un “asesor del Presidente”, asegurando que el sujeto – de nombre Hernán- se identificó de esa manera y tenía conocimiento de que estaba tratando con menores de edad. Según la joven, el asesor veía la vestimenta y los discursos del Presidente.