Diario y Radio Universidad Chile

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La Ruta Austral


Martes 27 de noviembre 2012 11:15 hrs.


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Señor director:

El sábado 24 de noviembre, en la ciudad de Poitiers, Francia, fue presentada la película La Ruta Austral por su realizador chileno, Emilio Pacul. A medida que las escenas venían a la pantalla era posible transitar por los hermosos paisajes de la Patagonia, sus aguas, la vegetación, los animales y las personas que habitan en dicha región. También fue mostrada la gran calidad y cantidad disponible del recurso de agua líquida y en su forma de hielo. Algunos segmentos esta reserva glacial de agua dulce (la tercera más importante del mundo luego de la antártica y Groenlandia) estaban bajando un centímetro cada año en invierno y hasta cuatro centímetros durante el verano; citándose informes científicos, lo cual no deja de ser alarmante: los hielos por donde se transitaba en la película no existirían en unos años más de continuar el calentamiento global. Tomando en cuenta esta situación, cabe preguntarse, qué consecuencias -además- tendría el hacer transitar los miles de kilómetros de tendido eléctrico (2400 Km) desde la región hasta más al norte de Santiago, al considerar la construcción del proyecto HydroAysen. Sólo por la instalación de esta red de conducción ocurriría un efecto de erosión alrededor de cada poste (de un total de 5000, donde cada uno tiene 70 m de alto), y la vegetación primaria de sus alrededores desaparecería, lo cual implicaría que dicha vegetación ya no ejerciera su efecto captador de agua (algo así como un “efecto esponja”), lo cual permite que otro tipo de flora y de fauna exista en dicho hábitat (con agua es posible la vida). Si este efecto de erosión ocurriese en cada poste instalado, el hábitat de una parte significativa de la Patagonia se vería entrecortado (incluyendo antiguos bosques), lo cual provocaría la segmentación de todo el hábitat a gran escala[1], lo cual se traduciría en una disminución potente de la vida en dicha parte de la Patagonia (cuya biodiversidad y nichos ecológicos no han sido significativamente estudiados).

Entre los asistentes, al finalizar el filme, hubo  preguntas del tipo “es que el pueblo chileno está de acuerdo con la construcción de este proyecto hidroeléctrico?” “si la mayoría de la población chilena no está de acuerdo, qué propuestas hay para generar energía?” Ante lo cual, se nombraron como propuestas la energía solar, la energía maremotriz y en parte la energía eólica; sin embargo se hizo expresa la necesidad de definir una política de desarrollo energético de Chile. En este punto  quisiera señalar que este tipo de planes a nivel de estado los extrañamos mucho en Chile, pero no porque no haya interés o incluso que no hayan especialistas, sino porque a nivel país no tenemos el nivel de investigación y desarrollo para adquirir nuevas tecnologías -por nosotros mismos- debido a que no hay un apoyo significativo a las ciencias fundamentales (totalmente necesarias para generar aplicaciones tecnológicas), las cuales llegan a ser desarrolladas en buen nivel, pero en pocas universidades, provocando así -además- una concentración centralizada del desarrollo científico. Paralelamente, se puede hacer el siguiente silogismo; si la educación de un país esta débil, el desarrollo de las ciencias lo estará más aún; por tanto no sería posible crear tecnologías ni innovación. Es decir, la educación otra vez, presente como un problema base a lo largo de toda nuestra realidad país.

Por otro lado, a través del filme es posible observar gran cantidad de personas con ascendencia alemana en la Patagonia, quienes eran descritos como “pioneros” en habitar la región. Ante esto me parece necesario señalar que los verdaderos pioneros en sobrevivir en esta región fueron los Mapuches y demás pueblos originarios del sur, observación que pude compartir con el realizador, ante lo cual éste señaló que no se encontró con ningún mapuche ni etnia durante la filmación. Pero de todas formas, se extraña totalmente una mención a los pueblos originarios que habitan y habitaron el sur del país. Más allá de esto, pareciera que nosotros mismos hemos invisibilizado nuestros orígenes. Hay alemanes en la Patagonia y en el sur de Chile, pero los pioneros en habitar ante las condiciones difíciles fueron los pueblos originarios. Entonces -nuevamente- nos faltaría educarnos, esta vez con nuestra historia, falta investigar sobre ella; pues esta define, forma y conceptualiza una identidad-país; una autoestima-país, lo cual es fundamental para un desarrollo y un bienestar social estable, sostenido.

Atte,

Freddy Sebastián



[1]Gaia Vince “Dams for Patagonia”  en revista Science, volumen 329, 23 de julio de 2010, páginas 382-385.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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