Este año debuta un nuevo criterio para el proceso de admisión a las universidades, basado en el “ranking” de notas, que considerará las calificaciones obtenidas por los alumnos durante la Enseñanza Media.
Sin embargo, la inclusión de este mecanismo parece no ser suficiente para mejorar un modelo de acceso a la educación superior que ha sido cuestionado, reiteradamente, por personalidades ligadas a la materia.
Mario Sobarzo, experto del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (Opech), indicó que “como toda prueba estandarizada, es beneficiosa para los estudiantes con mejor capital cultural”.
“Tiende a generar que los mejores puntajes sean de colegios particulares pagados, no porque necesariamente sean mejores estudiantes, sino porque a ellos los han preparado para dar la prueba y es una cosa de estandarización, están acostumbrados a responder de una cierta forma. La mayor cantidad de respuestas incorrectas ocurre, justamente, en las clases populares, porque es una cuestión de entrenamiento. Frente a eso, los que tienen más clara la película son a quienes les va mejor”, explicó Sobarzo.
Por su parte, Juan Eduardo García-Huidobro, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado, afirmó que el examen “es una buena prueba, pero –obviamente- en ella los estudiantes reflejan lo que fue su educación y como tenemos una educación tremendamente segregada, eso hace que nuestros alumnos se distribuyan en el sistema educativo de acuerdo a características socioeconómicas y eso se refleja muy fuerte en la PSU”, dijo.
“Uno puede mirar los datos desde que existe la PSU y siempre a los pagados les va muchísimo mejor que a los subvencionados y a los subvencionados les va mejor que a los municipales, o sea, hay un sesgo claro de nivel socioeconómico”, agregó el experto.
El doctor en Ciencias de la Educación precisó que la incorporación del ranking de notas es insuficiente, por lo que habría que avanzar hacia nuevos modelos de selección para la Educación Superior.
Unos de ellos, según ejemplificó García-Huidobro, podría ser un sistema de cuotas, donde se designen cupos para alumnos provenientes de colegios municipales, subvencionados y pagados, “para que los alumnos compitan con sus compañeros del mismo origen”, argumentó el especialista.
Quien también criticó la ponderación del ranking de notas fue Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, el que además aseguró que “la eliminación de la PSU seguirá siendo una demanda de los estudiantes durante el año 2013”
“El 2012 hubo un pequeño avance con la incorporación del ranking, sin embargo, se incorporó de una forma muy timorata. El tipo de ranking que se utiliza termina teniendo un efecto mucho menor del que podría haber tenido. Más encima, en particular, nuestra universidad lo hace reemplazando al NEM. Creemos que existen muchísimos más espacios para seguir avanzando hacia un sistema mucho más inclusivo”, añadió el presidente de la FECH.
El dirigente estudiantil concordó en que se debe complementar con diversos mecanismos de acceso a la universidad, como los propedéuticos, incorporación del ranking superior al 20 por ciento y corrección de los puntajes, de acuerdo a los índices de vulnerabilidad de los colegios.
Sobre la intención de que los alumnos de 3° Medio puedan rendir la PSU, tal y como lo esbozó el ministro de Educación, Harald Beyer, el experto de la Universidad Alberto Hurtado, Juan Eduardo García Huidobro afirmó que “ayuda y descomprime”, ya que los jóvenes no se juegan todo en un año.
Cuestión en la que no concordaron Andrés Fielbaum y Mario Sobarzo, quienes sostuvieron que dicha medida “profundiza las falencias del sistema” y, además, presiona a los estudiantes ya no sólo durante el cuarto ciclo de enseñanza media, sino también durante el período anterior.