Dos años antes de su inauguración (enero de 2010), el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos ya era flanco de las críticas por considerarlo una institución que sesgaría la historia.
En junio de 2012, la actual encargada de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), Magdalena Krebs, y el historiador Sergio Villalobos, señalaron que “el museo falsificaba el pasado porque se centraba en un hecho específico y no lo relacionaba con toda la historia”, lo que a juicio de Krebs limitaba su función pedagógica.
Comentarios que no pasaron inadvertido en la opinión pública y que durante varias semanas ocuparon importantes segmentos de las páginas culturales de los medios de comunicación del país.
Ante estos hechos, el Director Ejecutivo del Museo de la Memoria y Los Derechos Humanos, Ricardo Brodsky, sostuvo a Radio Universidad de Chile que ésta es una polémica recurrente que no está agotada. “Es un debate que ha sido reiterado en los últimos años. Algo parecido ocurrió cuando salió el Informe Rettig en los años ’90, donde quienes desconocieron lo que ahí se decía reclamaban una falta de análisis de contexto que justificara lo que había sucedido. Esto se repitió cuando salió el informe Valech, y volvió a suceder cuando se inauguró el museo y ahora el año 2012. Es una polémica recurrente y que, por cierto, no está agotada”, sostuvo.
Tres años de Museo
Pese a las críticas, hoy el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos cumple tres años de existencia y lo festejará a lo grande con la inauguración de la exposición fotográfica “Fragmentos/ Memorias/ imágenes a 40 años del Golpe”, donde se rescatará el protagonismo de los habitantes en diferentes momentos de la dictadura.
El cierre del aniversario se llevará a cabo a las 9 de la noche del mismo día, donde se realizará un concierto sinfónico gratuito a cargo de la Orquesta Nacional de Chile, Inti- Illimani Histórico y Denisse Malebrán, quienes en conjunto interpretarán Canto para una Semilla de Violeta Parra y Luis Advis.
La actividad está programada en relación a los objetivos del Museo, que según su Director, son dar un espacio de reflexión y restauración de la dignidad de los abusados. “El museo existe en la medida que es un evento de restauración de la dignidad de las personas que fueron desaparecidas, asesinadas o torturadas, de manera que no pretende situarse por encima de esos hechos, es decir, el museo se contenta con dar un espacio de reflexión para que la gente en el seno de sus comunidades pueda debatir, discutir, leer e interesarse por lo que pasó en nuestro país”.
En ese aspecto, la Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, destacó que la institución es un buen espacio de participación, aunque señaló que no cuenta algunos episodios de la dictadura, como es el caso de las historias de la resistencia y la solidaridad internacional.
“Algunos de los contenidos del museo no tienen datos tan fidedignos de lo que fue la barbarie de la dictadura, pero con el tiempo hemos reconocido que se ha abierto a la gente y ha generado espacios e ido mostrando, quizás, parte de eso que falta, como la resistencia a los flagelos de la dictadura. Aunque sigue siendo una deuda pendiente”, señaló.
Eso no quiere decir, subrayó, que no tenga una función pedagógica, pues sostuvo que “ahí se generan actividades de interés donde se invita a la gente a conversar sobre lo sucedido y reflexionar sobre el tema”.
Números a favor
Para el Director Ejecutivo, Ricardo Brodsky, el museo ha tenido números a su favor, que se ven reflejados en los casi 200 mil visitantes que tuvo el 2012, 70 mil más que el año anterior.
Además, catalogó al año recién pasado como “un periodo de actividades internacionales”, donde destacó la charla del filósofo Todorov y el encuentro de organismos de Derechos Humanos chilenos y argentinos.
El Museo de la Memoria se mantiene a través de un financiamiento de continuidad de tres años que bordea los $1400 millones anuales otorgados por la Ley de Presupuesto del Estado. Además, recibe dinero de privados por medio de la Ley de Donaciones Culturales.
Su directorio está compuesto por la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, por el presidente del Centro de Estudios Públicos, Arturo Fontaine, el abogado Agustín Squella, la ex Presidenta de la República, Michelle Bachelet, entre otros.