El ministerio de Salud Pública Uruguayo, analizó el primer mes de vigencia de la Ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que despenaliza el aborto hasta las 12 semanas de gestación.
El subsecretario de Salud Briozzo informó que se concretaron unos 200 procedimientos en todo el país, principalmente en Montevideo, los que fueron realizados en la salud privada, y afirmó que “se trata de una ley pro-derechos y no pro-aborto”.
Además, la autoridad sanitaria explicó que se impulsa la procreación responsable y que las usuarias reciben asesoría de un equipo multidisciplinario para evaluar la posibilidad de interrupción “de forma consciente, responsable y libre”.
Al revisar las cifras, las interrupciones voluntarias representaron 5,1 por ciento de los nacimientos que ocurren en Uruguay. Es decir, cada mil niños nacidos hubo 51 abortos. Esta cifra es de las más bajas del mundo.
En cambio, en la mayoría de los países del hemisferio norte, donde es legal interrumpir embarazos durante el primer trimestre de gestación o incluso más avanzados, la media de abortos sobre nacimientos ronda el 20 por ciento.
Si bien estas cifras podrían subir en los meses siguientes, como ha demostrado la experiencia internacional. Sin embargo, las autoridades recalcaron que en muchos casos se logró persuadir a las mujeres de abortar y recalcaron que esta es una ley “pro vida, no pro aborto”.
El ministerio de Salud Pública Uruguayo, analizó el primer mes de vigencia de la Ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que despenaliza el aborto hasta las 12 semanas de gestación.
El subsecretario de Salud Briozzo informó que se concretaron unos 200 procedimientos en todo el país, principalmente en Montevideo, los que fueron realizados en la salud privada, y afirmó que “se trata de una ley pro-derechos y no pro-aborto”.
Además, la autoridad sanitaria explicó que se impulsa la procreación responsable y que las usuarias reciben asesoría de un equipo multidisciplinario para evaluar la posibilidad de interrupción “de forma consciente, responsable y libre”.
Al revisar las cifras, las interrupciones voluntarias representaron 5,1 por ciento de los nacimientos que ocurren en Uruguay. Es decir, cada mil niños nacidos hubo 51 abortos. Esta cifra es de las más bajas del mundo.
En cambio, en la mayoría de los países del hemisferio norte, donde es legal interrumpir embarazos durante el primer trimestre de gestación o incluso más avanzados, la media de abortos sobre nacimientos ronda el 20 por ciento.
Si bien estas cifras podrían subir en los meses siguientes, como ha demostrado la experiencia internacional. Sin embargo, las autoridades recalcaron que en muchos casos se logró persuadir a las mujeres de abortar y recalcaron que esta es una ley “pro vida, no pro aborto”.
El ministerio de Salud Pública Uruguayo, analizó el primer mes de vigencia de la Ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que despenaliza el aborto hasta las 12 semanas de gestación.
El subsecretario de Salud Briozzo informó que se concretaron unos 200 procedimientos en todo el país, principalmente en Montevideo, los que fueron realizados en la salud privada, y afirmó que “se trata de una ley pro-derechos y no pro-aborto”.
Además, la autoridad sanitaria explicó que se impulsa la procreación responsable y que las usuarias reciben asesoría de un equipo multidisciplinario para evaluar la posibilidad de interrupción “de forma consciente, responsable y libre”.
Al revisar las cifras, las interrupciones voluntarias representaron 5,1 por ciento de los nacimientos que ocurren en Uruguay. Es decir, cada mil niños nacidos hubo 51 abortos. Esta cifra es de las más bajas del mundo.
En cambio, en la mayoría de los países del hemisferio norte, donde es legal interrumpir embarazos durante el primer trimestre de gestación o incluso más avanzados, la media de abortos sobre nacimientos ronda el 20 por ciento.
Si bien estas cifras podrían subir en los meses siguientes, como ha demostrado la experiencia internacional. Sin embargo, las autoridades recalcaron que en muchos casos se logró persuadir a las mujeres de abortar y recalcaron que esta es una ley “pro vida, no pro aborto”.
