La seremi de Vivienda de la región Metropolitana aprobó esta semana el congelamiento de los permisos de edificación pedido por la Municipalidad de Santiago para el barrio de Avenida Matta Sur, medida que será implementada luego de su publicación en el Diario Oficial.

La iniciativa impedirá que se ingresen nuevas solicitudes de autorización para el sector entre Vicuña Mackenna, Centenario, Autopista Central y 10 de julio, mientras no se establezca el nuevo plan regulador de la comuna.

Mientras, en Providencia también se preparan cambios en la política urbana. Y aunque la alcaldesa Josefa Errázuriz descartó congelar permisos de edificación, sí adelantó que se harán modificaciones al plan regulador en el primer semestre de 2013.

Las señales fueron recibidas con buenos ojos en una de las organizaciones vecinales de Santiago que trabaja en la política urbana, Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay.  La vocera Rosario Carvajal indicó que “lo vemos de manera muy positiva, creemos que es una buena señal del compromiso que tiene la nueva alcaldesa con los temas urbanos y patrimoniales y que debería extenderse a toda la comuna y a toda la ciudad, alcaldías que se comprometen con la protección de los barrios y de la vida de barrio”.

“En estos últimos 20 años hemos visto en todo Chile cómo el gran capital inmobiliario arrasa, vulnerando la vida de barrio y los derechos de los habitantes. Además, estamos perdiendo una gran cantidad de patrimonio”, recalcó.

En tanto, en la municipalidad de Providencia adelantan que los cambios al plan regulador buscan proteger ciertos barrios de valor patrimonial, como Italia, Bellavista y Pedro de Valdivia Norte, entre otros.

El director de la Secretaría de Planificación de la municipalidad, Nicolás Valenzuela, consideró que los procesos de Providencia y Santiago dan cuenta de una tendencia que ya se manifestó: “Yo creo que el cambio ya ocurrió y el hecho de que Josefa Errázuriz sea alcaldesa de Providencia tiene que ver con eso: hoy ya no se pueden tomar decisiones sin considerar a los vecinos”, afirmó.

Sin embargo, Valenzuela advirtió que “no se trata de frenar el desarrollo, sino que éste sea sustentable. Los profesionales que trabajan en este tema entienden que para eso tiene que ser sustentable desde la perspectiva económica, pero también ambiental y social. Por lo tanto, no es una contradicción, es parte de lo que el mismo desarrollo técnico del urbanismo ha llegado a ser hoy en día”.

Otro punto de vista planteó el arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Alberto Texidó, quien pese a valorar el “empoderamiento ciudadano” que implican los procesos de Providencia y Santiago, dijo que éstos no significan “un gran cambio” en términos urbanos, puesto que no existe un proyecto de ciudad en los programas de las nuevas autoridades municipales.

Alberto Texidó agregó que “es de suponer que decisiones como esta, bien planteadas, pueden entrar en ciertas lógicas. Pero en Santiago se está solicitando el congelamiento de los permisos sin tener la maquinaria preparada y, por lo tanto, va a pasar un tiempo hasta que eso ocurra. Eso significa que en ese período de tiempo va a haber miles de solicitudes de permisos de edificación autorizadas a contratiempo para evitar la limitación del permiso”.

“Anunciar estas cosas sin las medidas administrativas adecuadas es una especie de petardo, porque finalmente igual se producen los bodrios de siempre si las decisiones se toman apresuradamente”, cuestionó.

En ese sentido, el académico señaló que “la clave está en normativas eficientes, que garanticen el bien común, pero que no sean del todo duras como para detener la inversión o  no buscar herramientas de incentivo a la inversión, que también es clave en la calidad de vida de la ciudad”.