La consultora Collect-GfK reveló a algunos medios de comunicación los resultados de un estudio que demuestran que la desaprobación ciudadana al Transantiago llega a un 61%, el nivel de rechazo más alto desde el 2007.
Esto a días que se cumplan 6 años desde la implementación del sistema de transporte capitalino. El período septiembre – octubre 2012 confirma una tendencia agudizada pese a las medidas implementadas, como los nuevos contratos de operación.
El diputado del PPD, Pepe Auth, miembro de la comisión de Transportes, asegura que el Transantiago sufre de desprestigio acumulado, arrastra un “pecado de origen” y no se adapta a las necesidades locales de la gente, a lo que suman huelgas y fallas del servicio.
El legislador afirma que el Gobierno ha hecho esfuerzos, y cree que el “nuevo trato” con las empresas arreglarán los problemas de frecuencia, los incumplimientos y la adaptación de las redes a las necesidades de la gente.
“Será muy difícil que el Transantiago se saque de encima su apelativo, historia y pasado. El pueblo chileno quedó muy enojado, quizá sólo quedará atrás lo ocurrido cuando tengamos un servicio que cumpla con las promesas de menos contaminación, menos ruido, y poder circular por la capital con un precio fijo”, indicó.
El diputado Auth asegura que no existen pruebas de que las políticas implementadas por el ministerio de Transportes no tengan efectos positivos en el sistema, opinión que contrasta con las cifras de la encuesta y con dirigentes de la sociedad civil.
Tamara Homel, coordinadora del Comité de Usuarios de Transantiago asegura que la aprobación no mejora dado que las medidas implementadas responden a las necesidades del sector empresarial y no de los usuarios.
Homel apuntó que “no hay una elaboración adecuada de políticas de transporte. Sin embargo, tiene una política empresarial, a menor costo mayor ganancia, entonces este gobierno sólo se dedica a cómo existe en este país la posibilidad para que empresarios lucren a través de servicios que debieran ser un derecho ciudadano”.
La también concejala por Pudahuel, agregó que se deben tomar fórmulas más profundas para reformar un sistema con carácter estatal y no seguir profundizando su privatización absoluta.
“La medida estadista debe ser clara: cuando algo no resulta hay que agotar todas las fórmulas para ajustar a lo que la ciudadanía requiere. Aquí sólo se ha pensado en políticas privatizadoras, en pensar que los empresarios van a solucionar un problema del Estado”, señaló.
Cabe mencionar que en el estudio, sólo tienen una calificación positiva –en mayor parte- los atributos de Información, Antigüedad y Estado de los Buses.