La empresa Spanghero "sabía" que vendía caballo por vaca

El ministro de Consumo de Francia acusó a una compañía agroalimentaria de su país de recibir carne equina y revenderla a sus clientes etiquetándola como si fuera de origen vacuno. El fraude duró seis meses, en los que 750 toneladas de carne fueron utilizadas en millones de platos fraudulentos vendidos en 13 países europeos, según las autoridades francesas.

El ministro de Consumo de Francia acusó a una compañía agroalimentaria de su país de recibir carne equina y revenderla a sus clientes etiquetándola como si fuera de origen vacuno. El fraude duró seis meses, en los que 750 toneladas de carne fueron utilizadas en millones de platos fraudulentos vendidos en 13 países europeos, según las autoridades francesas.

El escándalo de fraude de carne de caballo ya tiene un culpable para el gobierno francés: la empresa Spanghero, acusada de haber vendido a conciencia ese tipo de carne en productos que supuestamente tenían carne vacuna.

Esta sociedad “sabía que revendía carne equina como carne de vacuno que le había llegado con la etiqueta aduanera correspondiente”, afirmó el jueves el ministro de Consumo, Benoît Hamon.

De acuerdo con las autoridades francesas, Spanghero, proveedora de carne para los congelados de marca Findus, “recibió” durante seis meses, en panes de 25 kilos, 750 toneladas de carne de caballo, “con la etiqueta aduanera” correspondiente a la de carne de caballo, tal como lo mostraron las facturas encontradas de los intercambios entre un vendedor chipriota y la sociedad francesa localizada en el suroeste del país.

De esas 750 toneladas, 550 toneladas fueron entregadas a la planta luxemburguesa de Comigel etiquetadas como “Carne vacuna origen UE”, pero con un código aduanero correspondiente a la carne de caballo.

Esas 550 toneladas fueron utilizadas para la elaboración de más de 4,5 millones de productos fraudulentos vendidos por Comigel a al menos 28 empresas en 13 países europeos, según la directora de la entidad de represión de fraudes, Nathalie Homobono.

Spanghero es culpable de un “engaño económico” y será llevado ante la justicia, sostuvo Benoît Hamon, y prometió “sanear la cadena”.

Entretanto, un grupo de veterinario debe inspeccionar los locales de Spanghero para establecer si la autorización sanitaria debe ser retirada a la empresa de manera definitiva, indicó Stéphane Le Foll, ministro francés de Agricultura.

Por su parte, la firma acusada por el Gobierno respondió que había actuado “de buena fe” y que están llevando a cabo “una investigación que determinará eventuales errores y faltas”.

Mientras, las autoridades británicas llevaron a cabo este jueves las tres primeras detenciones relacionadas con el escándalo de carne de caballo, a lo que se añade una nueva dimensión sanitaria con la detección de un medicamento potencialmente dañino para el hombre en varias carcasas.

Tres hombres fueron detenidos, dos en la planta procesadora Farmbox Meats en Gales y otro en el matadero Peter Boddy de Todmorden en el norte de Inglaterra.

Estas dos empresas cárnicas fueron inspeccionadas el martes por inspectores de la Agencia de Seguridad Alimentaria (FSA) británica, que dijo creer que el matadero inglés suministraba carcasas de caballo a la planta procesadora galesa, que la utilizaba en kebabs y hamburguesas presentadas como vacunas.





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