El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes fue uno de los proyectos estrella del gobierno del ex presidente Ricardo Lagos. Con él se esperaba contribuir al desarrollo de las artes y la difusión de la cultura, además de promover la participación ciudadana en el ámbito, como señala la Ley 19.891 que le dio origen el 31 de julio de 2003.
El primer ministro que se dio a la tarea de mantener esta nueva institucionalidad fue José Weinstein, quien asumió el cargo de secretario de Estado sin serlo, pues en sus entrañas el Consejo de la Cultura es un organismo descentralizado y autónomo con diez integrantes en el directorio y un presidente con perfil de ministro.
La directora del Observatorio de Políticas Culturales de Chile (OPC), Bárbara Negrón, dijo al programa El Tiempo Recobrado de Radio Universidad de Chile que el objetivo del Consejo era hacer que las artes y la cultura se vuelvan más democráticas. No obstante, el organismo ha tenido dificultades en la realización de trabajos al respecto.
Bárbara Negrón sostuvo que de todas las promesas hechas en este Gobierno en cuanto a políticas culturales, sólo se ha concretado el resguardo a la Ley de Donaciones Culturales: “El ministerio de Cultura se ha anunciado dos veces el 21 de mayo y no hay proyecto que haya ingresado, lo mismo la ley de Monumentos Nacionales. Y de los tres grandes proyectos institucionales importantes que se anunciaron, solo la Ley de Donaciones Culturales ha avanzado en forma importante. El resto de las promesas permanecen incumplidas”, dijo.
Por su parte, el editor y creador de la Furia del Libro, Galo Ghigliotto, señaló que el trabajo del Consejo de la Cultura con las editoriales independientes está al debe por la falta de apoyo a la distribución de la literatura nacional: “La crítica que le haría al Consejo del Libro es que hay muchos libros publicados y no está contemplado un apoyo para la distribución de esos libros ni en librerías ni en bibliotecas públicas”, indicó.
De todas maneras, el escritor destacó que el sustento en dinero entregado por la institución es fundamental para mantener a los artistas y gestores culturales, destacando que de otro modo sería imposible el financiamiento de los proyectos.
En ese contexto, Bárbara Negrón explicó que debieran existir distintos tipos de financiamiento y no solo los Fondos de Cultura, arengando a los políticos a que piensen ésta como una herramienta para el desarrollo: “Se requieren muchas políticas distintas a solo los fondos. Una respuesta puede estar dada en las leyes, la regulación, y no hay una respuesta. Creo no hay una noción de cultura relacionada con el desarrollo de la sociedad, se piensa mucho en la actividad artística y no en la cultura como una herramienta para el desarrollo”, afirmó.
Hasta su creación, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes era parte del ministerio de Educación, es por ello que ambos gestores culturales destacaron que a pesar de sus pro y contras todavía queda trabajo para seguir haciendo de éste un lugar que mejore la calidad educacional y cultural del país.