Miles de personas participaron en la Marcha Carnaval por la Defensa y Recuperación del Agua. Tres columnas – que representaban a las zonas centro, norte y sur del país – confluyeron en la Plaza Los Héroes para el acto final, que culminó, además, con la entrega de una carta en La Moneda para exigir al gobierno que se abra el debate en torno a este tema.
En conversación con Radio Universidad de Chile, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, explicó que el problema de fondo se relaciona con el Código de Aguas que rige desde 1981.
“Lo que tenemos hoy es un marco legal institucional que cedió la entrega gratuita y a perpetuidad de los derechos de aguas a privados. Este articulado determina los derechos de aprovechamiento, sin embargo, un artículo de la Constitución permite que éstos se transformen en derechos de propiedad lo que implica que quien los solicite los puede vender o arrendar como si fueran un auto o una casa”, dijo la ambientalista.
En esa línea, Sara Larraín precisó que “lo que ha ido ocurriendo es que las transacciones implican un mercado del agua de libre oferta y demanda y los únicos que han logrado concentrar los derechos de aguas son las grandes empresas. En la actualidad, prácticamente todas las comunidades están usurpadas de sus derechos de aguas, lo que ha desencadenado graves problemas, por ejemplo, con el agua potable rural”.
La representante de Chile Sustentable denunció que con el cuarto año consecutivo de sequía, hay zonas donde se está distribuyendo agua a la población en camiones aljibe de “dudosa calidad”. Una situación que no se ha visto reflejada en el sector productivo.
“Ninguna minera ha reducido siquiera en una tonelada su producción, ninguna hidroeléctrica ha reducido en un megawatt, ninguna celulosa y así en más. Las aguas se están utilizando para usos competitivos y de lucro, y las necesidades fundamentales de consumo humano y saneamiento no están siendo satisfechas”, aseguró Sara Larraín.
“Hay una distorsión brutal y mientras sigamos con este Código y con la Constitución que entrega a los derechos de aprovechamiento el estatus de propiedad simplemente no hay abasto. La ciudadanía está reclamando la recuperación del agua para poder utilizarla en relación al interés público: primero para la bebida, después para los alimentos, para la conservación de las cuencas y, si queda, para los usos competitivos”, concluyó la ambientalista.
La marcha, que congregó a cientos de organizaciones sociales, tuvo una evaluación positiva de sus convocantes, quienes afirmaron que la idea a corto plazo es posicionar la discusión sobre el lucro en el aprovechamiento del agua para que adquiera la misma relevancia que tienen, por ejemplo, los temas educacionales.
Foto portada: Chile Sustentable