En el primer relevo monárquico del siglo XXI en Europa, si bien el protagonista es Guillermo-Alejandro, nuevo rey de Holanda de 46 años de edad, el segundo rol está a cargo de una sudamericana: la argentina Máxima, quien se ha convertido en reina consorte, en medio de una auténtica “Maximanía” que ha llevado a numerosos argentinos a estar presentes en la ceremonia de este martes.
“Yo la reina Beatriz abdico en favor de mi hijo Guillermo-Alejandro”, rezaba el acta firmada en el Palacio Real de Amsterdam (Dam). “Querida madre: hoy has abdicado tras 33 años en el trono en los que te agradecemos todo lo que has hecho. En nombre de la reina (Máxima) y yo les agradezco todo el apoyo prestado a la corona”, dijo el nuevo rey Guillermo Alejandro, de 46 años, en tono solemne, pero muy conmovido al saludar desde el balcón del Palacio.
Un grito y vítores se escucharon en la céntrica plaza Dam, donde se congregaron 25.000 personas -según la policía- vestidas de pies a cabeza de Naranja, como corresponde a la Casa de Orange. Guillermo-Alejandro es el primer rey varón de Holanda de los últimos 123 años y junto a su esposa, de 42 años de edad, conformará la pareja real más joven de las monarquías occidentales.
Algunos pasaron la noche en la plaza para poder asistir a la ceremonia en un buen lugar. En medio de la multitud, de los sombreros, los trajes, las gafas de sol, las coronas de plástico inflables, las manos gigantes naranja y las banderas holandesas, también hay una bandera argentina que dice: “Gracias a Holanda por amar a Máxima y tenerle confianza”.
Unas 800.000 personas, la mayoría vestidas de naranja, el color de la familia real, son esperadas este martes en las calles de Amsterda para una jornada festiva. Por la noche, el rey Guillermo-Alejandro dará un paseo junto a Máxima y sus tres hijas por los famosos canales de la ciudad.
El nuevo Rey fue uno de los primeros que se casó por amor con una joven sin sangre azul, que además no era holandesa. “Los holandeses han sucumbido a los encantos de Máxima: es inteligente, pragmática y de una simpatía arrolladora”, consideró Fred de Graaf, presidente del Senado de Holanda, en diálogo con la agencia AFP.
La historia de amor de la pareja no fue fácil y está lejos de ser un cuento de hadas. La clase política holandesa y la mayoría de los ciudadanos veían con suma preocupación la elección de su heredero, por el pasado del padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, secretario de Agricultura durante la dictadura militar argentina (1976-1983).