En un marco de fuerte tensión cambiaria (el precio del dólar superó los 10 pesos y la brecha cambiara entre el billete verde oficial y el paralelo llegó al 93%), el gobierno argentino anunció el martes un proyecto de ley destinado a captar divisas no declaradas.
“Enviaremos al Congreso hoy mismo un proyecto para la creación de dos instrumentos de inversión con el objetivo de que reingresen recursos en dólares depositados en paraísos fiscales y se reintegren a la economía formal”, explicó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino en rueda de prensa con otros funcionarios.
Según el viceministro de Economía, Axel Kicillof, en Argentina “hay unos 40.000 millones de dólares billetes en manos de argentinos en el país y la cifra de tenencias de dólares se triplica en paraísos fiscales en el exterior”.
El plan de blanqueo consiste en la emisión de un bono para el sector energético destinado tanto a empresas como a familias con capacidad de ahorro que no estén habituadas a la inversión en el mercado de capitales, y un certificado de inversiones para el sector inmobiliario y de la construcción.
De este modo, un bono servirá para financiar el aumento de producción de la reestatizada petrolera YPF, y el segundo para apuntalar el sector inmobiliario, que con las restricciones cambiarias vio caer espectacularmente las operaciones de venta de inmuebles y los permisos de construcción (-85% en Buenos Aires durante el primer trimestre de 2013).
Por otro lado, el viceministro de economía recalcó que el gobierno no devaluará la moneda, tal como lo había sostenido el lunes la presidenta Cristina Kirchner.