En el marco del Consejo Nacional de la Democracia Cristiana se definió la totalidad de los miembros de la mesa nacional y se concretó un acuerdo entre el presidente del partido, Ignacio Walker y los disidentes para que los diputados Aldo Cornejo y Gabriel Silber integren la mesa del partido.

Esto después de dos meses de tensión luego de que Walker venciera en elecciones internas por un estrecho margen, lo que casi provocó la intervención del Tribunal Supremo.

Un punto complejo entre los líderes del partido y los disidentes sería la relación con el candidato presidencial, Claudio Orrego, sin embargo, en el encuentro se había acordado evitar el clima agresivo, mantener relaciones cordiales y apoyar decididamente la postulación del ex alcalde de Peñalolen.

Además, se planificó realizar una nueva etapa en la campaña presidencial donde cada militante con un cargo de representación cumpla metas en la adhesión al ex edil para movilizar votantes a las primarias y, pese a las críticas ciudadanas que ha generado este tipo de opción, se acordó pasar a comisión de ética a quien no respalde al candidato a la presidencia.